ESPEJISMO

122 19 2
                                    


ESPEJISMO

Hinata en ese momento pisaba tierras londinenses luego de tres meses. Su vientre ya pronunciado era una de las mejores cartas que tenía bajo su manga. Su estadía en Rusia fue más larga de lo esperado. Aún no había hecho contacto con ninguno de sus aliados. Quería evitar que cayeran sospechosos por encubrimiento.

A lo lejos podía escuchar una voz que anunciaba la cinta corredora por la cual tocaba retirar su equipaje. Un joven rubio le dio una sonrisa al tenderle la maleta que por descuidada dejó pasar.

-Gracias. -Dijo devolviendo el gesto del muchacho que la observaba a la vez que hablaba por teléfono en ruso. Se despidió de la persona a quien avisaba haber llegado a su destino y centró su atención en la rubia Hinata.

-Era mi hermana mayor, mi melliza, ya sabes, siempre al pendiente de su pequeño y tonto hermano. Por cierto, me llamo Yashamaru Tchoumitcheva, esta es hora que no nos hemos presentado formalmente.

-Es cierto, Ekaterina Vasiliev. Es un gusto saber tu nombre. -Respondió devolviendo el gesto con la mano.

-Vaya, eres rusa, por tu nombre eso es obvio, pero, tu acento tiene algo característico, lo pude notar mientras hablábamos durante el vuelo. -Hinata descubrió lo interesante que podía ser hablar con sus compañeros de vuelo, le hacía disfrutar cada viaje y quitar la tensión de sentir que de un momento a otro la atraparían.

-No siempre viví en Rusia, es por ello que hablo con acento extranjero. -Aquí iba de nuevo con la mentira que tenía para todos los que conocía y preguntaban por eso.

Podía engañar a japoneses fingiendo una características pronunciación al hablar, pero aquello no lo podía hace con los nativos, por lo tanto contó que aprendió primero a hablar inglés, alemán e italiano que ruso, porque supuestamente vivió en Suiza cuando niña, cosa que era mentira, claro, y sus padres no eran de los que le hablaban en su idioma nativo. Sí, sus engaños crecían desmesuradamente, pero ¿Qué más opción tenía? O era inventar una vida o ir a la cárcel.

-Con razón puedo ver tantas mezclas culturales en ti. ¿Oye y te quedarás mucho tiempo en Londres? -Preguntó de repente. -No pienses que soy un entrometido, pero, deberías prepararte para recibir a éste pequeño, imagino que querrás que nazca en San Petersburgo, como tú. ¿Y ya sabes si es niño o...? -Hinata negó. Y sonrió con la pregunta, la verdad era un chico espontáneo y agradable.

-Aún no lo sé, quiero que sea sorpresa. Tampoco estoy segura de saber el país donde nacerá, aún debo recorrer mucho buscando a su papá. Pero realmente lo único que espero es que nazca sano. Es lo que más me importa. -él hizo un gesto con el que decía obvio que tonto soy, sacándole una sonrisa a la Hyuga.

-Bueno, si decides quedarte ya sabes, mi apartamento está a la orden. Me caíste bien y más ese campeón que está aquí. Sobre todo él... o ella. -Agregó cuando vio que Hinata diría algo al respecto.

-Te tomaré la palabra si veo que no encuentro lo que busco. Es difícil estar sola en el mundo.

-Pero ya no lo estarás. -Le recordó. Era verdad, ya no estaría sola. Tendría una nueva razón de vivir y con suerte también a su otra hija.

Juntos salieron hasta el lugar donde Hinata tomaría un taxi que la llevara al hotel donde se hospedaría durante las próximas semanas. Se despidieron de beso, intercambiaron números y prometieron seguir en contacto. Era tan bueno sentir a alguien así. Era de esas personas que se cruzan en tu vida para traerte cosas buenas, como Hisame o Karin.

-*-*-*-*-*-*-*-*-*-

Encima del escritorio frente a él se hallaba la sentencia de divorcio, tal como lo quiso meses atrás, nada lo unía a Hinata Hyuga. Sintió que algo oprimía su pecho, ¿Cómo era posible aquello? Debería estar feliz al no tener ningún vínculo que lo uniera a ella, pero no era así. Ese tiempo sin verla, sin saber nada de ella lo atormentaba sobremanera. ¿Qué haría? ¿Dónde estaba? ¿Estaría bien?

Between LOVE & REVENGETahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon