EFÍMERO

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Disclaimer: Los personajes de Naruto pertenecen al gran Masashi Kishimoto-San, la historia descrita a continuación es producto de mi loca imaginación. Un día me dio por escribirla, y aquí está, "Entre el amor y la venganza".

Hola meus amores, ¿Cómo están? Yo que no salgo de una para entrar en otra, pues padezco un virus llamado ZIKV que azota en este momento a gran parte de Latinoamérica. Tuve casi dos semanas en cuarentena, aún tengo la piel enrojecida -aquí donde no me ven, soy de epidermis sumamente delicada, la erupción causada por el virus hizo estragos en mi piel- Todavía es visible en algunas de mis extremidades -y sobre todo muy molesta, pica demasiado la muy %&/# :'(- Por suerte ya estoy en la etapa final, YEEEEEEEEEEES! \o/ y como ya me preocupaba por lo mucho que he tardado en actualizar, me puse a escribir para ustedes.

A continuación el capítulo, disfruten la lectura. Nos leemos abajo.

EFÍMERO

Las niñas se divertían en grande, en especial Keiko, quién con suma profesionalidad casi vacía cada tienda que visitaban. Pudo notar una cosa, amaba salir de compras, más si eran cosas como ropa, accesorios, amuletos e incluso cosas innecesarias para una chica de su edad. ¿Cuál era exactamente?

-Keiko, ¿Cuántos años tienes? No creo que sea bueno que desde tan joven te den tantas libertades. -A la jovencita no le gustó nada lo que Itachi dijo, pudo notarlo en el ceño fruncido en aquella lozana piel.

-Tengo once. Cumpliré los doce el veintiocho de Marzo del próximo año.

- ¿Acaso no es asombroso? -Interrumpió Sarada con una genuina sonrisa- cumplimos casi el mismo día. Ella el veintiocho y yo el treinta. Si su abu... padre -corrigió rápidamente- le permite quedarse en Japón podríamos celebrarlo juntas.

Itachi observó con sumo cuidado a Sarada, algo ocultaba junto con la jovencita Mitashi. Ambas se dieron una mirada cómplice que el Uchiha no pudo pasar por alto. Ella quiso decir algo de un pariente de su amiga, estaba casi seguro de ello. Hizo de oídos sordos y no dio importancia al comentario, aparentemente, pero en cuanto llegaran a casa no dudaría en hablar con la madre de Keiko para pedir una explicación sobre lo que logró entender.

Había pasado casi una semana desde la llegada de su hija, Hinata fue a ver a Hiashi al día siguiente porque quiso arreglar unas cosas antes de enfrentarlo. Pero algo tenía que estar pasando, casi no atendía las llamadas y daba una que otra excusa para verlo. ¿Qué le sucedía? Intuía que su padre tendría algo que ver con su extraño comportamiento.

Sakura era otra que comenzaba a actuar extraño, hizo como si todo entre ellos fuera del todo bien y dejó a un lado esa manía de ser su mujer. Incluso se mudó de habitación y le deseó la mejor de las suertes junto a Hinata. La cabeza de Itachi estaba casi al borde del colapso, esperaba más insistencia por parte de la Haruno, y más después de provocar ese accidente e intentar engañarlo con la pérdida de memoria.

Sí, en un principio le creyó, pero luego de hablar y observar los análisis y estudios que la doctora Uzumaki le realizó y descartó cualquier contusión que originara esa amnesia, ambos conversaron de su situación.

Recordó cuando la pelirroja le preguntó si entre ellos existía algún problema marital, era extraño pues a pesar de ser una completa desconocida, la mujer de anteojos le inspiraba confianza.

Mientras Sakura dormía a causa de los sedantes para el dolor corporal, ellos conversaron de lo ocurrido. Hasta que la Uzumaki llegó a un punto. Desesperación. Era eso lo que sentía la de ojos verdes. De un modo poco ortodoxo intentaba retenerlo a su lado. Y también fue la justificación que halló para su repentina pérdida de memoria.

Between LOVE & REVENGEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora