Campos de futura sangre (Capítulo 18)

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Llevo lo que me han parecido horas merodeando por esta dichosa habitación. Después de que la conversación terminara Armin se fue, dejándome aquí tirada. Continuo preguntándome de que hablaban, pero sé que cuantas más vueltas le dé a ese tema será peor. Me siento en medio de la habitación, mirando hacia la puerta que no lleva mucha intención de abrirse. Pasan unos minutos y empiezo a notar un extraño olor. Resulta agradable, miro a mi alrededor y veo como una niebla rojiza comienza a rodearme. Me levanto a toda prisa, y contemplo como si ese extraño humo danzase a mi alrededor. Son como finos dedos que tocaran cada parte de mi cuerpo. Al contacto me relajo, y siento como mis defensas se van apagando dejando paso a un extraño momento de paz. Me hago un ovillo en el suelo, ajena a todo lo que podría sucederme estando en esta especie de ensoñación. Cierro los ojos lentamente, y me olvido completamente de todo a mi alrededor.

Coloco una mano en lo que esperaba que fuese la fría y dura piedra. Pero me encuentro con un contacto mucho más placentero. Siento como cosquillas en mi mano cuando rozo una especie de pétalos de terciopelo. Abro los ojos y miro a mi alrededor, estoy en medio de un campo lleno de flores rojas. Aún de pie soy incapaz de ver el fin de este inmenso lugar. Pese a no saber dónde me encuentro me siento a gusto y a salvo.

Comienzo a andar sin miedo a perderme. Es como si estuviera dando vueltas, todo es igual. Al fin a lo lejos, puedo contemplar una figura. Parece una persona, pero el sol me da de frente y soy incapaz de distinguir. Camino con paso calmado hacia ella. Cuando ya estoy suficientemente cerca miro de reojo a esa figura que me da la espalda. Paro un segundo sin saber muy bien que pensar. Lo reconozco al instante, esos hombros, esa forma de apoyarse en una sola pierna, y su cabeza ladeada. No sé si son mis ansias por volverlo a ver, que me hacen imaginármelo, o es otra trampa que me ha tendido. Como sabiendo que estoy pensando en él, Yuri se gira. Sus ojos se abren como platos, y corre sin pensarlo hacia mí. En un principio me planteo que sea capaz de atacarme, total no sería la primera vez. Pero cuando ya está suficientemente cerca tengo muy claro que eso ahora es imposible.

Me quedo completamente paralizada cuando me rodea con sus brazos y me da un fuerte abrazo. Coloca su mejilla apoyada en mi cabeza y comienza a susurrar:

- Oh Val, ¿Dónde estás?

Me aparto bruscamente de él. Parece ser que soy yo la única que recuerda lo que pasó apenas un día anterior, cuando uno de sus "amiguitos" intentó asesinarme.

- Val, no me mires así- dice entristecido.

- ¿Cómo quieres que te mire?- digo pronunciando cada palabra con el máximo rencor posible- No puedo confiar en ti después de todo lo que has hecho.

- Deja que me explique, te lo suplico.

Le hago un gesto con la cabeza indicándole que haga lo que quiera. Si cree que puede tener razones para defender todo lo que ha hecho lo lleva claro.

- Todo lo que te oculté fue por tu bien, que hayas venido aquí ha sido el mayor error de tu vida, no sabes el peligro que corres Val.

- ¿El peligro que corro?- pregunto escéptica- Los mayores peligros que he corrido han sido por tu culpa

- No lo entiendes Val, La Señora Voleur, me mandó con un sicario para llevarte de vuelta a la tienda. Pensaba que podría salvarte si me deshacía de él, pero conmigo solo vino un ayudante, no podía hacer nada si quería seguir teniendo a La Señora Voleur de mi parte.

- Claro, se me olvidaban las apariencias. Ante todo hacer la pelota.

- No es así, te prometo que no es- en otro tiempo su cara suplicante me habría convencido pero ya no- Tenemos que volver a tu mundo Etisse no es para ti, ya no. Ese chico con el que estabas, no es quien crees que es, te está tendiendo una trampa.

Eso es la gota que colma el vaso y comienzo a gritarle:

- Deja de hablar como si no supiera nada, como si fuera idiota. Hasta el momento todo lo que has hecho que decías era por mi bien me ha perjudicado Yuri. Y ahora me quieres hacer creer que las personas que se han portado bien conmigo me han estado mintiendo. Claro, tu sabes muy bien de lo que hablas, es lo que me has estado haciendo durante todo este tiempo.

- ¿Es eso lo que piensas ahora de mí?

- Si

- Entonces tendré que demostrarte que no es así

Tiene el ceño fruncido, y una expresión en la cara que no había visto nunca. Agarra un mechón de mi pelo y lo mira de reojo, al igual que Armin había echo hace un par de horas. Intento apartar de mi cabeza esa comparación cuando Yuri dice:

- Claro, tu pelo, así nadie te reconocerá.

En un momento todo se vuelve negro, y dejo de tener a Yuri frente a mis ojos. Recuerdo su última frase, y caigo en la cuenta de la conversación que oí a través de la puerta. Me planteo que Yuri diga la verdad, en este momento tampoco sería tan extraño, parece ser que soy fácil de engañar.

Siento como alguien me agita con fuerza. Pero no puedo moverme, ni pronunciar ninguna queja.

- Alguien se está comunicando con ella- dice furioso Armin.

- Crees que será Yuri- pregunta la voz femenina del otro día.

- Si lo es, no tardará en contarle todo lo que sabe.

- Eso es un problema.

- ¡Claro que es un problema!- Exclama Armin soltándome de repente y haciéndome chocar bruscamente contra el suelo.

Abro los ojos poco a poco, y al instante Armin se arrodilla a mi lado. Sonríe dulcemente, lo que contrasta con su mal humor de antes. Mi vista se fija repentinamente en la chica que tiene detrás. Tiene el pelo rojo como la sangre y me mira desde arriba con aires de superioridad. No la conozco aún pero me cae mal al instante.

- Pensaba que te había pasado algo- dice Armin- Me habías asustado Val.

- Simplemente dormía- miento al instante, parece buena idea ocultarle ciertas cosas- tengo el sueño muy pesado.

Suelta una risa que se me antoja bastante falsa, pero prefiero seguirle el juego y reír con él.

- Bueno, ¿Y qué has soñado?- pregunta con más curiosidad de la normal- ¿Algo raro?

- ¿Algo raro?- se de lo que habla, pero es mejor no decir nada.

- Si no sé, a mí a veces me pasa que sueño con personas o cosas así, y me dicen cosas, como si fuera real- dice la chica de detrás.

Armin se gira bruscamente, y aun sin verle la cara sé que la está fulminando con la mirada.

- No, nada raro. Bueno, he soñado con comida, la verdad es que el hambre que tengo si es real- rio.

- Bueno Nasha mejor será que le traigamos algo de comer, no se nos vaya a quedar dormida otra vez.

Salen los dos de la sala, y yo me arrimo a la puerta para intentar escuchar algo de su conversación mientras se alejan. Lo único que oigo es:

- ¿Seguro que es esta? ¿Pero si es idiota?

Por el momento he confirmado dos cosas, que quizás Yuri tuviera razón, y que esa tal Nasha no me cae nada bien.


La casa de muñecas (En edición)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora