¿Cuándo te volveré a ver?

Capitulo 44. ~ Sólo déjame conocerte un poco. ~

- Hola, señorita tardona. - sonrió.

- ¿Encima de que huyo de un interrogatorio para venir? - preguntó ofendida, por sin poder evitar reir.

- Que bien que saludas, ¿eh? - se rió cruzandose de brazos.

Verónica se rió y se acercó a él extendiendole la mano, él la cogió mirandola con una ceja alzada y tiró de ella.

- ¿Esa es tu forma de saludar? - preguntó divertido.

- Era para ver como reaccionabas. - respondió nerviosa.

Él se rió y le dio un beso en la mejilla, haciendo que por un segundo temblara.

- Bien, ¿qué vamos a hacer mientras que empieza? Porque llegamos casi dos horas antes. - sonrió mirandola sin soltar su mano.

- Pues... ¿nos tomamos algo mientras esperamos o prefieres pasear?

- ¿Paseamos y después nos tomamos algo? Tenemos bastante tiempo.- le sonrió.

- Vale, ¿pero me vas ha hacer correr delante de tus fans como el día que te conocí? Lo digo para atar bien mi calzado y no perderlo. - se rió.

- No sé, ya veremos que pasa. - se rió con ella.

- Que malo... - se rió empezando a andar con él – Que sepas que eran mis manoletinas favoritas, no he encontrado otras tan cómodas como esas. - puso un puchero.

- Como que mis deportivos no se llevaban cómodos, ¿no? - preguntó riendo.

- No, si cómodos se llevaban, pero no estaban echos a mi pie. - se rió.

- Definitivamente, no tienes remedio. - rió negando con la cabeza.

Siguieron así un rato, ninguno de los dos se había dado cuenta de que iban cogidos de las manos hasta que unas fans lo hicieron pararse para hacerse unas fotos y tuvo que soltarla dedicandole una sonrisa de disculpa cuando lo rodearon, ella solo se quedó apartada y dejó que las atendiera tranquilo.

Cuando terminó de atenderlas a todas, se acercó a Verónica con una sonrisa, quien miraba su reloj en ese momento.

- Vamos a llegar tarde si no vamos ya. - dijo mirandolo.

Él miró su reloj y la cogió de la mano otra vez, empezando a caminar rápidamente hacia el teatro, que quedaba a cuatro calles de donde estaban. Al llegar, respiraron aliviados al ver que habia cola y que no habian cerrado las puertas, se pusieron en la cola y esperaron hasta que les tocó entrar. Les tocó la parte central casi de las primeras filas, por lo que David la condujo hasta alli andando como podía entre la gente y llegaron a su butaca, donde se sentaron escasos minutos antes de que comenzara el musical.

A la salida del musical, cuando lograron salir de entre el mogollon de gente, comenzaron a comentar el musical, en el que Verónica había llorado un poco al final y David la habia abrazado de medio lado riendo un poco por su reacción.

- Vamos a cenar y te llevo a casa. - dijo David animado.

Ella miró la hora e hizo una mueca.

- Mejor me voy a casa ya, mis abuelos deben estar esperandome.

- Diles que vas a ir un poco mas taarde y que yo te acompaño. - pidió.

- ¿Seguro que quieres andarte casi media ciudad por acompañarme? - preguntó mirandolo con una ceja alzada.

- Sola no te vas a ir, ni ahora ni luego, asi que, ya los estás llamando y diciendoles que te voy a llevar a cenar y que, como buen chico que soy, te voy a dejar sana y salva en la puerta de su casa. - dijo decidido.