Capitulo 25 ~ ¡¿Pero es que te has vuelto loco?! ~

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-          ¿De qué depende? – preguntó sonriendo al recordar la canción que decía la misma frase.

-          De mis buenas noches. – sonrió picara.

-          Bueno, si vuelves aquí conmigo, te las daré.

Eva se incorporó y se levantó de la cama, salió de la habitación, corrió por el pasillo entrando al baño y se aseó, quitándose todo el maquillaje, después, salió de allí apagando todas las luces y asomó la cabeza a la habitación de él.

-          Bú. – susurraron en su oído, haciendo que gritara asustada.

Álvaro estaba riéndose apoyado en el marco de la puerta, totalmente a oscuras.

-          ¡¿Pero es que te has vuelto loco?! – exclamó mirándolo al llevarse una mano al pecho, escuchando el retumbar del latir de su corazón desenfrenado.

-          Lo siento, pero no lo he podido resistir. – respondió intentado dejar de reír.

-          Pues solo por eso, ahora duermes solo, por listo. – dijo girándose para ir a su habitación.

Él salió detrás de ella y la cogió de un brazo, pasó el otro brazo por su cintura, levantándola en el aire y metiéndola en su habitación.

-          Bájame. – pidió seria.

-          Vale, pero no te escapes, ¿eh?  - le dijo divertido.

Ella se encogió de hombros esperando a que la bajara, cuando lo hizo, dejando su vergüenza atrás, se quitó las chanclas que se había puesto para no andar descalza y se metió en la cama de él, acomodándose en el lado que daba a la ventana, se giró hacia esta y observó las estrellas. Álvaro sonrió y se tumbó a su lado, se giró hacia ella y apoyó su barbilla en el hombro de ella.

-          ¿Te has enfadado? – preguntó con voz suave.

-          No, pero un día moriré de un infarto por llevarme tantos sustos. – respondió con igual tono, mirándolo de reojo.

-          ¿Me perdonas por asustarte? – preguntó mirándola con ojitos.

Eva se giró un poco, sonriendo, le acarició la mejilla con una de sus manos.

-          Claro que sí, tonto, pero solo si no lo vuelves a hacer, ¿eh? – le advirtió apuntándole con un dedo divertida.

-          Prometido. – sonrió él, la miró durante unos segundos y preguntó: - ¿Puedo darte ya mis buenas noches?

-          Las estoy esperando. – respondió riendo.

Álvaro se rió y se inclinó para pesarla, acariciándole la mejilla con la mano libre, ya que con la otra se apoyaba en el codo.

-          Buenas noches. – susurró junto a sus labios.

-          Buenas noches. – sonrió ella de igual modo.

Él la besó de nuevo y después se recostó de lado,  mirándola con una sonrisa, ella se avergonzó un poco, pero le devolvió la sonrisa y lo cogió de la mano, entrelazando sus dedos con él, cerró los ojos y se quedó dormida a los pocos segundos.

Parecía que habían pasado cinco minutos cuando notó los rayos calientes del sol en su cara y el despertador sonando. Se removió en la cama quejándose y notó como alguien la abrazaba por la espalda, se giró y abrió los ojos con una sonrisa. Álvaro seguía durmiendo abrazado a ella, dormía profundamente y no se enteraba del estrepitoso ruido del despertador. Eva sonrió mirándolo, se incorporó un poco para ver la hora y como si creyera que se iba a escavar de entre sus brazos,  él la abrazó mas, acercándose a ella, quedando a centímetros de su cara.

¿Cuándo te volveré a ver?Where stories live. Discover now