Capítulo 45

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Cuando los tres estuvieron cómodamente sentados , Vanesa decidió ir junto a una de sus compañeras de clase con la cual hablaba muy poco. Justo delante de ellas, Tom y Georg se acomodaron y enseguida comenzaron a charlar con los chicos que se encontraban en los asientos que estaban más adelante.

Vanesa, por el lado de la ventana los oía hablar, sin comprender ni siquiera la mitad de las cosas que empezaron a decir.

La chica de su lado estaba casi dormida y llevaba en sus orejas unos enormes audífonos, escuchando música a todo volumen para no ser molestada por los gritos del resto.

Iba a ser un viaje muy aburrido, Vanesa lo sabía, ni Tom ni Georg estaban prestándole atención, aunque de todas formas ella lo agradeció ya que todavía tenía mucho sueño.

Aún sentía una gran molestia en su pecho cada vez que Tom se acercaba a ella. No podía evitar pensar que él no la quería, al menos no tanto como ella lo hacía. Iba a tener que hacerse una idea de lo que se avecinaba, de lo contrario sería la única que saldría lastimada.

Natalie había tenido mucha suerte con Georg, aunque a Vanesa no le extrañaba pues parecían ser tal para cual. Ella y Tom en cambio eran polos totalmente opuestos, y además él no era precisamente alguiena a quien se podía acceder fácilmente.

Pero soñar era gratis, y eso era lo único que ella podría hacer de momento. Quizás si no abandonaba la pequeña esperanza que aún le quedaba, esa que su madre y Nat le habían regalado, esa que ella misma había creído las veces que Tom le había correspondido a sus besos y a sus abrazos, aún tendría posibilidades.

—Vanesa. —Ella observó a Georg, quien se había volteado sobre su asiento para mirarla. Tom no lo había hecho  en cambio, en silencio observaba por la ventana el paisaje lluvioso.

El bullicio de todos los demás seguía oyéndose pero con menos fuerzas.

—¿Qué?

—¿Por qué esa cara? ¿Acaso no querías venir?

Ella sonrió tratando de no verse desganada.

—No, seguro es por el sueño. Realmente odio que me despierten, y la forma en la que ustedes dos lo han hecho me pone de mal humor.

—¡Fue tu culpa! No tienes de qué quejarte. Seguro que si te hubiésemos dejado durmiendo luego nos hubieses reclamado por ello. —En eso Georg tenía mucha razón, Vanesa lo sabía. Ella más que nadie deseaba salir un rato y despejar su mente, y realmente no le había importado más que al castaño que Natalie no estuviese presente… Tom estaba con ella, era lo único que necesitaba.

—Está bien, no importa. —Se encogió de hombros, regalándole a Georg un sonrisa falsa.

—Quita esa cara y duerme un rato, el viaje no es muy largo, pero si vas aburrida será eterno.

Georg se volteó de inmediato y Vanesa sintió la profunda mirada de la chica a su lado, quien ya se había deshecho de sus audífonos y le prestaba total atención a ella.

—¿Has venido antes? —Vanesa le preguntó. Había hablado un par de veces con ella en clases, pero realmente no sabía nada más a parte de su nombre.

Michelle asintió.

—Ésta es la tercera vez, pero hace dos años no estaba nevado. Fue mejor, no hacía tanto frío como de seguro lo hace ahora.

Vanesa se estremeció simplemente al imaginar cuánto frío haría en aquel lugar, seguro las noches serían horribles… luego se preguntó en dónde dormirían.

—No nos han pedido tiendas…

—No, es una especie de campamento. Hay cabañas y seguro está lleno de otras personas. .

Mi Nerd Favorito.Where stories live. Discover now