Cap 68

2.7K 347 22
                                    

Doy vueltas en la cama, soltando un suspiro complacido antes de extender mi brazo hacia Christopher, pero su lado está vacío.

Abro los ojos, frunciendo el ceño al notar que no hay nadie en su lado de la cama, así que me siento, y mi ceño se profundiza aún más al verlo sentado en un pequeño sofá individual cerca de la cama, viéndome fijamente.

—Pareces un acosador mirándome así—bromeo, saliendo de la cama, y él respira profundo

Me encamino a él y se recuesta en el espaldar para permitirme subir a su regazo, tomando su rostro en mis manos y dejando un casto beso en sus labios mientras sus manos acarician mis muslos descubiertos por las bragas de encaje y la camiseta de Christopher que usé para dormir.

«Es más cómodo»

Christopher parece lejano, sus ojos están fijos en un punto en la pared detrás de mi mientras sus manos me acarician.

—Mi amor—acaricio su mejilla, y el apodo llama su atención inmediatamente—. ¿Qué pasa? ¿Por qué estás así?

Un pequeño miedo se instala en mi pecho. Miedo de que me diga que se arrepiente de todo, que la ceremonia con los nativos fue mucho y que quizás lo mejor es no estar juntos.

—Solo es jaqueca—besa mi hombro, con sus manos deslizándose debajo de la camiseta hasta apoyarse en mi vientre. «Okey... creo que se tomó las palabras de la madre muy en serio»

—Mmm—beso su frente antes de tomar una de sus manos, levantándome y tirando de ella para que me siga—, ven, recuéstate; te traeré algo para aliviar el dolor.

—Lo único que necesito para aliviarme es a ti—besa mi abdomen sobre la camiseta y río, acariciando su cabello con mis dedos

—Tentador, esposo—la sorpresa brilla en sus ojos y río—, pero no quiero que te sientas mal. Así que hoy vas a acostarte y dejarme cuidarte.

Duda, la duda brilla en sus ojos un par de segundos antes de que respire profundo y asienta, lo que me hace sonreír complacida.

Lo llevo a la cama conmigo, dejándolo recostarse antes de pasar mi brazo por su torso y apoyar mi cabeza en su pecho.

Christopher suspira, rodeándome con sus brazos antes de apoyar sus labios en mi frente, haciéndome sonreír.

—Entonces... ¿esposo?—enarca una ceja y río—. ¿Somos oficialmente esposos o necesito poner un anillo en tu dedo?

—El anillo no estaría mal—me encojo de hombros—. Y tuvimos una ceremonia espiritual. Si no te importa entonces no...

—Tuvimos una ceremonia espiritual—asiente, subiéndome a su regazo y tirando de mi para que recueste mi cabeza en su pecho de nuevo mientras sus brazos me rodean—. Entonces eres mi esposa ahora. ¿No vamos un poco rápido?—bromea—. Es que recuerdo haberte pedido que seas mi novia hace poco.

—¿Asustado, coronel?—me burlo

—Para nada, podríamos casarnos mañana mismo y yo sería feliz con ello—el corazón se me para ante su admisión

Cuando me levanto un poco para verlo a la cara noto que me mira completamente tranquilo, sin reírse, sin una pizca de burla en sus ojos.

—¿Es una broma?—río nerviosa—. Se supone que estás en periodo de prueba, y quizás es un poco acelerado...

—Pero, ¿tú te casarías conmigo, Adeline?—pregunta y trago grueso—. Dime si estarías dispuesta a llevar un anillo en tu dedo, a llevar mi apellido y a ser mía por el resto de nuestras vidas

—Yo ya soy tuya por el resto de mi vida, Christopher, pero...—mis ojos arden, mi corazón late como si hubiera corrido una maratón—. ¿Tú y yo...? ¿Nos ves casados? ¿Te gustaría? Es que te tomó un tiempo aceptar que me amabas y...

Flames of passionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora