Cap 44

2.2K 321 34
                                    

—¡Brindemos por eso!—Alexa ríe y chocamos nuestras copas. Pasa uno de sus brazos por mi hombro y acerca su boca a mi oído—. Espero que disfrutes de la noche, mañana tenemos que ver a nuestros padres.

Asiento, tomando de mi tequila antes de recorrer el sitio, forzando mis ojos debido a que las luces parpadean al ritmo de la movida canción.

Logro encontrar a toda la élite, pero no logro ver a Christopher por ningún lado, así que simplemente me encojo de hombros y camino a la pista de baile para disfrutar un poco

Nada me preocupa, me siento tan libre como lo he sido cada vez que Arthur no está cerca durante estos últimos meses. Es decir, me sentí libre de hacer mucho cuando supe lo que estaba haciendo, pero ahora soy oficialmente libre de hacer lo que se me venga en gana sin preocuparme por ningún hombre y sus ínfulas de macho alfa.

¿Lamento lo qué pasó con Arthur? Si. Es decir, lo amé, fue mi novio durante años e incluso planeé un futuro a su lado. Pero no es mi culpa lo que pasó, él tomó la decisión de mandarlo todo a la mierda y no pienso simplemente quedarme sentada llorando por quien no lo merece.

Me sentí liberada. Necesitaba una noche para mí misma, sin preocupaciones ni pensamientos negativos. Y ahora lo tengo, puedo disfrutar de esto al Máximo sin preocupación alguna.

Mientras camino hacia el lugar, puedo sentir la música vibrando en el aire y la emoción creciendo dentro de mí. Al llegar, mis ojos se encuentran con una multitud de personas animadas y sonrientes, cada una sumida en su propio mundo de baile y alegría.

Sin pensarlo dos veces, me adentro en la pista de baile. Los primeros acordes resuenan en mis oídos y mi cuerpo responde al ritmo con naturalidad. Cada movimiento sensual y provocativo era una forma de liberación, un mensaje al universo de que estaba dejando atrás todo lo que no me hacía feliz.

Puedo sentir los ojos sobre mi mientras mis movimientos se volvían más apasionados pero eso solo aumentaba mi confianza y determinación. Me convertí en el centro de atención, en una fuerza magnética que atraía todas las miradas.

Mis caderas se mueven en sintonía con el ritmo, siguiendo mi instinto y disfrutando cada nota que llena el ambiente. Era como si el tiempo se detuviera mientras yo me sumergía en el momento, sin pensar en nada más que en el placer de bailar y en la sensación de libertad que recorría mi cuerpo.

Las luces brillantes y los colores vibrantes del lugar se mezclan con mi energía, creando una atmósfera mágica a mi alrededor. Me siento poderosa, segura de mí misma y completamente viva.

—¿Disfrutas de la fiesta?—una voz masculina en mi oído me hace girar el rostro para encontrarme con Bratt. «Vaya»

—¿A caso tú no?—le ofrezco una sonrisa, sorprendiéndome cuando toma una de mis manos y tira de mi para acercarme a su pecho

—Si, sin duda—aparta el cabello de mi hombro—. ¿Me dejas invitarte a un trago?

—Claro, ¿por qué no?—me encojo de hombros, dejando que me lleve a la barra—. Una piña colada, por favor.

Miro a Bratt por un segundo. Es un hombre muy guapo, es sin duda todo lo que yo buscaría, pero por alguna razón me parece... sin sabor. Como si le faltara algo.

«Ya sabes qué le falta» dice mi conciencia, pero la callo inmediatamente.

—Una cerveza para mi—pide al bartender antes de mirarme—. ¿Cómo estás? Todos estábamos preocupados por ti después de lo qué pasó.

Flames of passionDonde viven las historias. Descúbrelo ahora