Hold Me (Felix, Stray Kids)

Capítulo 41

Preparar una salida en grupo es lo peor que hay, sobre todo cuando la mayor parte de los integrantes no se ponen de acuerdo y cada quién quiere ir a un sitio diferente. Quiero matar a Chan por proponer salir todos juntos antes de irnos Mack y yo a España con las niñas, después vamos a volver, no es como si nos fuéramos a quedar a vivir allí. La idea de volver a casa, en parte me hace ilusión por ver a mi madre, pero por otro lado, siento que va a traerme muchos recuerdos y no sé si estoy mentalmente preparada.

–Entonces, ¿me arreglo mucho o voy informal?– pregunta Cielo desde la puerta del salón.

–No vamos de boda, ni a una cena de gala– comento yo rodando los ojos –Somos un grupo de amigos saliendo por ahí, no hay necesidad de arreglarse demasiado–

–Pero ¿y sí nos sacan fotos?– pregunta Mackenzie haciendo una mueca.

–Bueno, eso es seguro, en cuanto reconozcan a los chicos las fotos no faltarán– añado yo encogiendome de hombros –Pero, ¿os ponéis guapas para las fotos o para salir con ellos?–

–Es verdad, los paparazzis que me coman lo de ahí abajo– suelta Mack de repente –Si me pongo guapa es por mí o por mi novio, no por unos buitres carroñeros–

–Bien dicho– dice Cielo sonriendo –Pero, ¿eso significa que te vas a arreglar?–

Ruedo los ojos mientras me levanto del sillón, vaya dos. Las dejo discutiendo que se deberían de poner y me dirijo a mi habitación, más o menos yo tengo una idea clara. Hemos quedado dentro de una media hora, los chicos nos enviarán la dirección del sitio que vamos a visitar. Al parecer es una aldea bastante antigua, conocida como la Aldea del Norte. Nunca había oído hablar de ese sitio, pero la propuesta pereció buena idea a todos, así que tendrá su encanto.

Me doy una ducha rápida y me pongo el conjunto que tenía en mente, nada muy arreglado, ni tampoco demasiado informal como voy siempre, en sudadera y demás. Decido rizarme el pelo, hace mucho que no dejo mi pelo al natural, con mis manos y algo de espuma, trato de darle algo de volumen. Una vez he terminado me miro al espejo y sonrío, debería dejar de planchar me tanto el pelo, al natural me queda precioso.

Salgo de la habitación ya preparada, mientras guardo en mi bolso el móvil y la cartera. Cielo y Mack corren de un lado para el otro terminando de arreglarse, siempre vamos tarde por culpa de alguna de las dos o por las dos, es costumbre ya. Les meto prisa como si ya fueramos diez minutos atrasadas, cuando en realidad faltan diez minutos para que de la hora acordada. Mackenzie se estresa y empieza a hacer las cosas torpemente, no puedo evitar reírme mientras la veo tratar de atarse los cordones, se le ha desecho el nudo como tres veces.

–Déjame a mí– le pido mientras me agacho junto a ella.

En un santiamén tiene los cordones correctamente atados y con un nudo perfecto, enseguida me agradece mientras se cuelga su bolso. Cielo sale de su habitación por fin y se une a nosotras, no les doy tiempo a dudar más, tiro de ambas fuera del apartamento y las obligo a montarse en el ascensor. Si espero un segundo más, son capaces de arrepentirse de algo y volver a liarse.

–¿Has avisado a Zoe de que nos íbamos?– le pregunto a Mack mientras nos montamos en su coche.

–Sí, las dos se quedarán con la vecina cuando vuelvan del paseo– explica mi amiga mientras se ata el cinturón.

Asiento de acuerdo mientras me pongo el cinturón, nuestra vecina se tiene el cielo ganado. Sé que Zoe es mayorcita y responsable, pero me quedo más tranquila si alguien las vigila. Nuestra amiga, que está sentada en los asientos traseros, es la encargada de poner esta vez la música, nos vamos turnando cada vez que estamos las tres en un mismo coche.