Hold Me (Felix, Stray Kids)

Capítulo 37

Me remuevo al sentir pequeñas caricias en mi rostro, suelto un pequeño gruñido mientras escondo mi cara contra la almohada. Las caricias pasan a mi pelo, mientras una leve voz llega a mis oídos. Trato de aclarar mi mente, lo último que recuerdo es estar tiñendo a Félix, tener un momento bastante cercano con él y tirarme en su cama tras cambiarme. Seguramente me quedé dormida, últimamente con todo el lío del tour no he dormido a penas. Abro un ojo y miro a mi derecha, Lix está tumbado junto a mí, observándome mientras trata de despertarme.

–Vamos dormilona, es casi mediodía– dice de repente haciendo que me incorpore rápidamente.

–¿Qué?– pregunto sin dar crédito.

Miro la hora en mi móvil que está sobre la mesilla y entro en pánico, he dormido más de diez horas seguidas. Suelto un suspiro mientras me froto la cara tratando de espabilar me y luego miro a Félix quién ahora está pelinegro, he de decir que le queda de muerte.

–¿Por qué no me has despertado antes?– le cuestiono inmediatamente.

–Me he despertado hace cinco minutos Ruby– explica Lix rodando los ojos –Creo que nos hacía falta descansar–

–Madre mía, si el señor Park se entera de que no he hecho nada en todo el día...– murmuro tratando de calzar me las zapatillas.

–JYP ha tenido que volver a Corea por trabajo, lo ha comunicado Bang Chan por el grupo– dice de repente Félix mostrándome su móvil.

–No puede ser, ahora estoy al mando...– susurro abriendo los ojos como platos –¡Eso es peor! Tengo que organizar todo para esta noche, procurar que no pase lo de la última vez con el vestuario, que los miembros del staff no se retrasen...–

–Ruby, relájate, te va a dar algo– dice el ahora pelinegro acercándose a mí.

–No lo entiendes, hay mucho que hacer, JYP no ha hecho nada, llevo todo el tour haciendo su trabajo yo...– comienzo a decir deprisa, estoy entrando en pánico, no puedo fallar hoy, no en una ciudad como Los Ángeles.

Comienzo a dar vueltas por la habitación mientras trato de hacer una lista mental con todo lo que tengo que supervisar y hacer. Mi mente empieza a sobrecargar se y empieza a costarme respirar. Me agarro del cuello tratando de mantener la calma, pero no puedo, estoy muy alterada.

–Hey, pequeña, ¿estás bien?– susurra Félix parándose frente a mí.

Me agarra del rostro y me obliga a mirarlo mientras que yo trato de coger aire en vano. Lix palidece al darse cuenta y se pone nervioso, parece dudar durante unos segundos. De repente acorta la distancia y pega sus labios a los míos haciendo que se me corte la respiración del todo, logrando así, detener mi pequeño ataque de pánico. Lo miro con los ojos muy abiertos mientras nuestro labios están pegados, sin embargo, él los tiene cerrados. Segundos después se separa y los abre, fijando su vista en mí, lo noto preocupado.

–¿Mejor?– pregunta algo nervioso.

Asiento levemente, estoy sin palabras, no todos los días la persona de la que estás enamorada y que creías que era solo tu “amigo” te planta un beso.

–Menos mal, leí en algún lugar que frente a un ataque de pánico, es el remedio más eficaz– explica rascándose la nuca.

–Lo sé, lo vi en Teen Wolf– murmuro yo haciendo que frunza su ceño –Es una serie... No importa, debería irme...–

–No quería incomodarte, lo siento mucho– susurra Lix cabizbajo.

–No es eso, te agradezco mucho lo que has hecho, en plan que me hayas ayudado con mi ataque de pánico...– digo rápidamente tratando de no cagarla –Me tengo que ir a preparar, se supone que deberíamos estar camino del estadio–