Capítulo 2

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La tarde de ayer fue un completo caos, tuvimos varios inconvenientes con los periodistas a parte de mi enfrentamiento con uno de los paparazzis. Pero lo peor fue al final del turno, cuando quise salir de la clínica e irme a casa. Ensañados conmigo por impedirles sacar una exclusiva, me acosaron hasta que me metí en el coche de Hyo-ri, la cuál se vió bastante abrumada por la situación. Le pedí disculpas mil veces mientras me llevaba a casa, me daba pena por ella, esos buitres no tienen piedad de nadie.

Hoy, Mackenzie y yo hemos entrado más temprano a trabajar a petición mía y hemos usado la puerta de atrás, tratando de evitar el tumulto de reporteros que han acampado en la principal. Seungmin ha pasado la noche en la habitación 23, acompañado del peli azul, hoy tiene programada una analítica rutinaria, aunque todo apunta a que sufre una laringitis bastante fuerte.

A eso de las ocho, preparo todo lo necesario y me acerco hasta su habitación. Llamo levemente a la puerta y abro con cuidado, el pelinegro está tumbado mirando al techo, en cuanto nota mi presencia fija su vista en mí y sonríe. Un leve jadeo llama mi atención al acercarme a la cama, a unos metros, tumbado en el sillón, duerme plácidamente Christopher.

–Se le ve bastante cómodo– comento mientras fijo mi vista en el pelinegro que asiente levemente mirando a su amigo –Bueno, vamos al grano. Vengo a sacarte algo de sangre, seré rápida–

El chico pone cara de horror durante unos segundos, noto como me observa mientras me pongo los guantes y preparo la jeringa junto a los tubos. Le pido que se suba la manga de la sudadera que lleva y algo nervioso lo hace, dejando al descubierto su brazo.

–Y dime Seungmin, ¿Eres cantante de ópera?– le pregunto bromeando mientras preparo su brazo para la extracción, él frunce el ceño levemente –Esa laringitis es bastante gorda, debes de haber usado muchísimo la voz para llegar a este punto–

Con su brazo libre agarra la libreta que le dejé ayer y apunta algo.

“Canto de vez en cuando, pero esto será de tanto discutir con los chicos”

Lo veo reírse levemente aunque sin ganas por el dolor que debe de sentir, no sé a qué se ha referido pero al menos lo noto animado.

–Yo canto también– añado mientras le pincho tratando de mantener su atención en la conversación –En mis sueños–

Una carcajada leve y ronca sale de su garganta, rápidamente escribe algo en la libreta.

“Al menos dime que cantas bien”

–Oh, por supuesto, ni Rihanna está a mi altura– comento riendo levemente.

Termino de llenar el último tubo y retiro la aguja de su brazo, colocándole un algodón en el lugar de la punción. Seungmin parece sorprendido, creo que no se ha dado ni cuenta de que ya le he sacado toda la sangre necesaria.

–Iré a llevar esto al laboratorio, si necesitas cualquier cosa pulsa este botón– le digo mientras señalo el pequeño mando que cuelga junto a la cama.

El chico asiente levemente y mueve los labios en forma de agradecimiento. Salgo de la habitación dejando la puerta cerrada tras de mí, parece que el peli azul tiene el sueño pesado, ni siquiera se ha despertado con mi presencia.

El laboratorio está en la otra punta de la clínica, en una zona con más seguridad. Paso mi tarjeta por el lector y cruzo las puertas dobles, ante mí tengo un pequeño pasillo y luego la puerta correspondiente. En cuanto pongo un pie en el laboratorio, el sonido de las centrifugadoras llena el aire, además de la música que tienen puesta. Mack está de espaldas a mí, con los ojos pegados a un microscopio.

–Como venga el jefe...– digo de repente haciendo que mi mejor amiga de un brinco y se gire asustada.

–Joder, que susto tía– se queja Mack agarrándose del pecho –El jefe se pone a bailar y cantar conmigo, como si no lo conocieras–

Hold Me (Felix, Stray Kids)Onde histórias criam vida. Descubra agora