Dudas

22 11 0
                                    

Shinki despertó con los murmurllos en dormido de Boruto, quien suplicaba perdón a su amado llorando.

El pelinegro acarició los dorados cabellos de su amado con temblor. Rspiraba entrecortado pero, al ver que su amado dorado lo necesitaba, intentó calmarse para poder ocuparse de Boruto.

Transpiraba sus manos, pero ignoró aquel sentimiento y con suavidad lo fue despertando. Odiaba sentirse tan vulnerable ante su dorado amor.

—Mi vida, despierta. Tranquilo.

Boruto despertó sobresaltado, pero Shinki haciendo uso de su voluntad, dejó de lado su propio problema para ayudar a su amado a sentirse mejor.

Shinki lo acariciaba con ternura hasta que Boruto despertó. Estaba angustiado, ya que en sueños volvió a ver a Shinki ser sometido por Momoshiki quien lo tortutaba de la peor de las maneras.

Cuando Shinki lo despertó, él lo miró con intenso dolor sin tocarlo.
— Perdoname Shinki, por favor te lo pido.— Susurró llorando aún.

Aquello lo golpeó en su propio pecho. El pelinegro lo abrazó con tanto amor mientras le secaba las lágrimas, que el rubio lo miró asorado.

— Mi vida, no hay nada que perdornar ¿oíste? Nada. ¿Sabes por qué? Porque te amo tanto que no soporto estar lejos de tí.

—Mi debilidad...
— No mi vida, Momoshiki era en verdad alguien poderoso. No tenías posibilidad alguna. Sé que tú nunca me dañarias mi dorado amor. Solo te pido tiempo....por favor, te lo suplico. Dame tiempo, pero no te sientas mal por favor.

Boruto lo abrazó, y Shinki no solo se dejó abrazar sino además lo abrazó con amor. En ésta ocasión, Shinki se sintió mejor.

Se besaron con pasión infinita, mientras el pelinegro acariciaba cada sector del cuerpo del rubio, logrando encender la pasión en Boruto

Shinki podía sentir el amor de su amado rubio, su desesperación por ser perdonado y saber que él, Shinki, haya dejado de lado sus traumas.

— Shinki, mi amor, se perfectamente lo que sientes. Recuerda que también pasé lo que mismo que tú.
— Lo sé mi vida, lo sé. Te amo Boruto, por favor te lo pido no vuelvas a angustiarte así por mi culpa.

Boruto lo acariciaba con cuidado para evitarle sobresaltos. Shinki se centró en besarlo con intensa pasión mientras, sobre de su cuerpo, lo acariciaba con avidez.

Momentos luego se separaron, porque sabían que debían levantarse para cenar. No obstante Shinki intentaba levantarle el ánimo a su amado, no soportaba verlo padecer.

Respiraba entrecortado mientras permitía a su amado dorado acariciarlo, besarlo y abrazarlo. Él también lo abrazaba con ternura infinita.

—Tranquilo mi vida, eres libre de verdad. Recuérdalo.
—Y todo gracias a tí mi amor.

Shinki se desesperaba por conseguir que Boruto se sienta bien, antes de salir de la habitación, debido a que temía que Naruto lo termine echando de la mansión.

Por supuesto que deseaba verlo bien porque era su amado, pero lo otro era algo que en verdad lo desesperaba por su situación económica. Lamentablemente no podía evitarlo.

—Mi amor — Le dijo Boruto tras acabar de prepararse — No tengas miedo de nada, aquí nadie te dará la espalda. Menos aún mi padre.

Shinki nunca acababa de sorprenderse de lo perpicaz que era Boruto, su rubio era tan inteligente que lo asombraba en verdad.

Shinki sentía tanta vergüenza por su situación, que no se animaba a presentarse frente a la familia de Boruto. Pero tuvo que hacer uso de su voluntad, para ocultar sus inseguridades y salir. Después de todo no podía quedarse encerrado ahí para siempre. No podía ocultarse eternamente.

No obstante fue muy duro para el pelinegro enfrentarlos a todo. Nagi y Mitsuki se mostraron como siempre, amables y risueños con el.

Menma, por el contrario, lo miraba seriamente sin decir nada, pero lo ignoró completamente. Ésto lo turbó y desequilibrió un poco, pero Shinki supo discimularlo.

En cuanto a Naruto y a Sasuke, se limitaron a hablarle lo justo y necesario. Sasuke cada tanto le lanzaba palabras de aliento ya que podía comprender muy bien a Shinki.

Pero Naruto no, él se mostró muy comprensivo con Boruto, Nagi y Mitsuki a quienes, al igual que Shinki, solo les faltaba una materia para recibirse.

No obstante Naruto les aconsejaba tomarlo con calma, mientras que a Shinki le exigía recibirse cuanto antes. El pelinegro se limitó a asentir sin problemas, pero sintiéndose desfallecer. Con esa actitud era consciente de que debería irse de allí.

— Padre — intervino Boruto — Shinki no está en condiciones de estudiar nada y lo sabes — lo sujeto de la mano y la besó. Shinki respiraba entrecortado intentando controlarse, pero solo lo logró a medias.

—Lo sé hijo, solo decía nada más.
Sasuke siguió hablando de todo un poco. Cuando acabaron, cada quien se fue por su lado.

Una vez en la habitación, Shinki dió rienda sueltas a su nerviosismo. Boruto lo abrazó con intensa ternura, pidiéndole que comprenda a Naruto.

El peliegro por supuesto que lo haría, solo que su resistencia estaba llegando al limite. Ambos se besaron con pasión intensa.

—Mi vida, no dejaré que Gaara toque a tu padre. Es una promesa, así como te liberé a tí lo protegeré a él.

—Mi amor, mi papá lo sabe. En verdad lo sabe, ten paciencia por favor. Ya lo entenderá.
— Lo sé, así como tú tienes que tenerme paciencia a mí...
— Siempre mi amor, te ayudaré a salir de ésta.

Ambos se abrazaron bajo la luz de la luna que se filtraba por la ventana.

Fuera Gaara contemplaba la mansión donde Naruto vivía, dentro de su gran carruaje mientras nevaba. Sonrió con crueldad.

— Kurama, no me voy a rendir. Me perteneces y voy a recuperarte, así sea lo último que haga.

Atrapado (SasuNaru) (BoruShin)Where stories live. Discover now