El Dolor Del Sol

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BORUTO

Había pasado un día desde que nos enteramos que Nagi estaba en la mansión de Itachi Uchiha. Aquello me cayó como agua helada, ya que no me lo esperaba.

Primero se relaciona con Gaara, siendo cómplice de su hija ayudándola en mi secuestro, para forzar a Shinki a revelarle a mi papá la identidad de su padre, y ahora resulta que se instala nada menos que en la mansión de Mitsuki.

En verdad mi gemelo era un total desconocido para mí, pero mi papá es más importante que cualquier situación. Y él estaba desesperado por recuperar a Nagi. Ya lo había defraudado una vez, logrando que sufra a más no poder.

No volvería a cometer el mismo error. Además quería conocer a mi gemelo, deseaba oír su historia.

Shinki estaba a mi lado en mi habitación conmigo aquella tarde, mientras esperabamos la llegada de mi padre y Sasuke junto con Nagi.

Shinki me abrazó con intenso amor e infinita ternura, tal  como me gustaba. Lo amaba tanto, que si por mí fuera le pediría que me abrace todo el tiempo.

Él sabía cuando me encontraba mal o cuando necesitaba su contención sin necesidad de oír las palabras.

Sus manos acariciaban mi  cuerpo con gran maestría logrando despertar en mí esa intensa pasión que él tanto amaba. Nos miramos a los ojos mientras nuestras respiraciones se entrecortaban.

Yo le acariciaba su blanca mejilla y su negra cabellera, el masajeaba mi cuerpo relajándome.
— Tranquilo mi vida — me susurró — Nagi es diferente a tí, no temas. Además es tu gemelo, no los dañara tampoco. Ni a tí ni a tu padre.

Me apoyé en su cuerpo sintiendo su calor traspasarme. Mi respiración poco a poco se fue normalizando.

— Quedate conmigo Shinki, ya no te vayas....por favor....
— Nunca me fuí de tu lado mi vida. Pero tuve que ausentarme un tiempo debido a los problemas de mi padre. Ya te lo dije.

— Shinki — mis ojos se humedecieron repentinamente ya que era conciente de la maldita obseción que Gaara tenía con mi papá y su verdadera intensión de poseerlo. Esto me hacía temer que Shinki pueda abandonarme para apoyar a Gaara ya que en definitiva era su padre.

Shinki supo qué me preocupaba con solo mirarme y me abrazó fuertemente.
— No creas ni por un segundo que me alejaría de tí por mi padre.— Él me observó seriamente — Te amo Boruto y por más que Gaara sea mi padre y lo respete, no significa que lo ayude. No estoy de acuerdo con lo que hace o quiere hacer. Además admiro y respeto a tu padre, jamás lo lastimaría.

— Entonces ¿por qué te fuiste dos semanas? No supe nada de tí. Estuviste con tu padre....
— Fuí a aclarar algunas cosas con él. A hablar con mi hermana y a dejarles en claro cuál es mi postura. En definitiva, fuí a declararme oficialmente su enemigo.

— ¿Y por qué no me dijiste nada? Podría haber ido contigo.
— Porque era algo que debía hacer solo. Mi padre renunció a mí. Le cedió la tutela a mi tía Temari, su hermana, y a su marido mi tío Shikamaru. Desde ayer empecé a vivir con ellos.

No podía creerlo ¿Cómo era posible tal cosa? Shinki debía estar muy triste ya que siempre respetó a su padre.

Lo abracé con fuerza ya que tomaba conciencia de que ahora era él quien me necesitaba.
—Mi amor — Él me besó con desesperación. Estaba muy necesitado de mí, podía sentir su dolor que tan brillantemente sabía ocultar.

Cuando nos separamos para respirar le repetí mi oferta de quedarse aquí conmigo.

Sabía que su tía no lo quería, más bien lo toleraba. No así su tío y su primo. Sin embargo ésto le ocasionaba un gran problema a la hora de tener que convivir en casa de ella.

Mientras menos tiempo pasara en la mansión de los Nara, debido a ésto muchísimo mejor.  Pero Shinki no era alguien que se abusaría de los demás,  lástima que Temari nunca haya querido conocerlo.

— Mi vida tu padre tiene demasiado con tus hermanos....
— Quedate conmigo....por favor....te necesito....mi amor...
— Yo soy quien realmente te necesita Boruto, no sabes cuánta falta me haces mi vida solo que....no quiero abusar de la buena voluntad de tu padre ya que....

Lo silencié con un pasional beso en la boca. Anhelaba poder aliviar su dolor y a su vez convencerlo de permanecer conmigo en casa. 

Pero en esos momentos la puerta sonó. Era el mayordomo anunciandonos que Sasuke y mi padre habían llegado a casa junto con Nagi.

Como pude le hice saber que enseguida iriamos al salón de visitas donde nos aguardaban. Mi novio y yo respiramos bocanadas de aire intentando serenarnos.

Nos mojamos la cara para borrar todo rastro de pasión pero algo nos quedó. Sin embargo quedamos "presentables". Así fuimos a reunirnos con los demás.

Al entrar vimos a Menma que conversaba con Nagi y mi padre. Sasuke permanecía en silencio observando la escena.  Se veía tranquilo.

Una vez más quedé asorado al ver a Nagi, no me acostumbraba a ver a alguien tan parecido a mí. Nagi nos miró y desvió la mirada, se veía avergonzado. Respiré hondo y junto con Shinki nos acercamos.

— Nagi — dije y él me miró a los ojos. Sonreí — No lo lamentes más hermano, seguramente tuviste tus motivos para hacer lo que hiciste — él empezó a llorar y a temblar — Calmate — lo abracé con ternura intentando brindarle seguridad — Ya oiremos tu historia Nagi. — Luego lo aparté un poco para mirarlo a los ojos — Bienvenido a casa hermano.

—Boruto....lo lamento tanto hermano....no tuve opción...yo....yo no....
— Ya hablaremos de eso en otro momento.
— Gracias hermano — luego miró a mi novió —Shinki — dijo Nagi — Tu padre te quiere....solo que....no quiere ensuciarte con su oscuridad....lo sé porque me lo dijo.
— ¿Hablas en serio? — mi novio estaba al límite en su estado emocional por eso lo abracé para darle fuerza.

— Si...yo....lo siento....
— No te disculpes, conociendo a mi padre imagino que debe haberte hecho pasar un mal momento para convencerte. Como dijo Boruto, ya hablaremos de eso en otro momento. Ahora lo importante es que estás aquí.
— Gracias Shinki — Nagi sonrió aliviado.

Mi papá le mostró su nueva habitación y las ropas que le había comprado. No permitiría que se vuelva a ir. Además había empezado los trámites para cambiarle el apellido y darle el nuestro.

Por supuesto que Sasuke hizo anular la orden de captura a su persona por parte de la policía, pero Nagi no podía salir solo a ningún lado hasta tener legalmente el apellido Uzumaki.

Esa noche cenamos en familia todos juntos sintiéndonos inmensamente felices. Shinki accedió a quedarse conmigo pero con la condición de contarle a mi padre toda la verdad sobre su problema. Por lo tanto terminada la cena fuimos los tres a la biblioteca y hablamos..

Como era de esperarse mi padre le ofreció la mansión y recién Shinki se sintió aliviado. Sus tíos estarían más que contentos de saber que no lo verían tan seguido.

En verdad su familia me resultaba bastante extraña. Pero evitaba opinar por respeto a él.  Esa noche todos nos reunimos junto a la chimenea en el salón de visitas para conversar y reír como la familia que eramos.

Entrada la noche recién cada quien nos retiramos a nuestras respectivas habitaciones. Pero no pude evitar aprovechar un momento dado en que mi gemelo y yo quedamos solos para preguntarle:

— ¿Mitsuki no te hizo....nada malo Nagi?
Él me miró unos momentos como evaluandome antes de responder.
— No. Mitsuki es la persona más maravillosa que conocí. Pero para mi desgracia te sigue amando a tí.

—¿Qué? — no podía dar crédito a lo que acababa de oír de Nagi — ¿Hablas en serio?
—Por supuesto. Buenas noches hermano.

Y así se alejó rumbo a su habitación dejándome en una pieza. Shinki se me acercó y tras abrazarme me susurró:

— Vamos a dormir mi vida, es tarde — Así nos perdimos en mi habitación, olvidándome ya de lo que Nagi me dijo e hizo sentir. Ese efecto tenía en mí, mi amado Shinki. — Te amo.
— Y yo más.

Atrapado (SasuNaru) (BoruShin)Where stories live. Discover now