Atrapado (SasuNaru) (BoruShin)

El Dolor De Shinki

SHINKI

Habían transcurrido varios días, casi un mes, desde que Momoshiki se adueñó del cuerpo de mi amado Boruto. Un mes sin poder verlo, hablarle, un mes estando encerrado dentro de él mismo.

Un mes en el cual yo era violado noche tras noche, día tras día sin poder escapar. Saber que tendría que tener sexo con él me desesperaba, ya no soportaba que Momoshiki me siga tocando. No podía seguir así.

Pero era consciente de mi terrible situación. O accedía a que Momoshiki abuse de mí como sea que se le antoje, o aceptaba al maldito degenerado de Nesh Hyuuga, sabiendo que Boruto estaría muerto. Jamás podría aceptar que mi amado dorado muera. Nunca. Menos aún aceptaría a Nesh Hyuuga en mi cama.

Ese viejo apestoso que me codiciaba y del cual no podría escapar si me iba del lado de Boruto, porque mis tíos me dijeron que en su mansión no podría estar nunca más.

Además faltaban solo seis meses para cumplir la mayoría de edad. Si me iba a las calles caería en manos de ese maldito degenerado, si me refugiaba entre los indigentes yo...sería encontrado por él de todas maneras o acabaría muerto.

Lo concreto era que nada bueno me esperaba. Esto se debía a que con Momoshiki controlando a mi amado rubio, no podía contar con nadie.

Boruto, no podía dejarlo así. Antes de irme de este lugar debía liberarlo. Al menos iba a exterminar al maldito de Momoshiki. Eso sí lo tenía claro, solo que el poder que necesitaba usar era mucho más complejo de lo que creí.

De todas maneras empezaba a desarrollar la etapa final del mismo. Dentro de nada lograría mi objetivo. Tenía que aguantar un poco más, pero ya no lo podía soportar. De hecho no toleraba que me toquen, me resultaba muy difícil discimular frente a los demás.

Esa tarde me encontraba encerrado en la habitación de Boruto, el maldito de Momoshiki me tenía allí fingiendo ante los demás amor hacia mí. Yo solo anhelaba escapar de ese lugar. Poder contar con alguien que me ayude....alguien que...nos ayude a Boruto y a mí.

No podía llorar, gritar, ni siquiera me era permitido irme de ese lugar porque...¿dónde iría?

"Padre, te necesito tanto".

Mientras Momoshiki se duchaba, yo permanecía atado a la cama sin posibilidad alguna de escape. La idea del suicidio iba tomando forma y solidez en mi mente cada día más.

Cuando Momoshiki salió del baño, semi mojado y desnudo, miré ese cuerpo tan perfecto de mi amado Boruto y lloré de pesar. Lo extrañaba tanto, deseaba poder volver a él.

Pero cuando Momoshiki, usando el cuerpo de Boruto, se me acercó y empezó a manosearme volví asentir asco y desesperación. Me movía lo más que me era posible hacer, en un desesperado intento por alejarme de su roce.

Lo peor de todo era ver cómo los tenía tan engañados a todos. Nunca creí que Naruto Sasuke, Nagi y Mitsuki hayan caído en la trampa de Momoshiki de tal manera.

Habría deseado que al menos uno de ellos se haya dado cuenta de que éste ser ya no era Boruto. Me habría gustado que...acudieran en mi ayuda porque no podía resistirlo más.

Sin embargo lo único cierto, era que todos ellos seguían creyendo que aquel monstruo era mi amado Boruto. Miraba desesperado la puerta de la habitación sabiendo que tenía llave, mientras sentía cómo ese ser repugnante me hacía el sexo oral. Por dios, que asco sentía.

Cerré los ojos con fuerza, miemtras buscaba en mi propio interior la energía necesaria para destruir a éste monstruo. Anhelaba poder haber reunido toda la energía suficiente. Aprovecharía que ésta bestia estaba ocupada violándome una vez más.