097. Oportunidades innecesarias.

180 64 2
                                    

La familia es importante, o al menos eso es algo que Hoseok tenía bien aprendido en el hogar, cuando por poco los entrenaban para el día en que supuestamente una familia iría por ellos y los adoptaría

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

La familia es importante, o al menos eso es algo que Hoseok tenía bien aprendido en el hogar, cuando por poco los entrenaban para el día en que supuestamente una familia iría por ellos y los adoptaría. «La familia es importante, Hoseok, y debes quererla siempre de manera incondicional». ¿Era así? Gracias a Kim Namjoon comprendió que no. También con el paso de los años, cuando se dio cuenta de que su familia biológica supo todo el tiempo del problema con las sustancias que tenían sus padres y jamás lo rescataron. Ni antes, ni después.

¿La familia realmente amaba de manera incondicional sin importar qué?

Aceptó a muchas personas en su vida después de que la familia Kim lo sacó del hogar, buscando a la suya, a los Jung o los Gim. Como su tío Jisuk, hermano de su padre, quien le estafó con, al menos, seis ceros de su cuenta bancaria. Un dinero que jamás le devolvió y por el cual terminó en discusiones eternas con Yeun.

O los primos lejanos de su madre, de los cuales apenas se acuerda a estas alturas, quienes pasaron a verlo un día para comentarle sobre lo que la abuela pensaba de él y nunca más regresaron. Le robaron las ilusiones y las ansias de volver a encontrarse con su familia. Sólo tenía ocho años.

O sus mismos abuelos. Tanto los padres Jung como los padres Gim. «Es un niño perdido, no bastará mucho tiempo para que sea igual a sus padres» repetían los cuatro seres que alguna vez quiso llamar abuelos de corazón. «No vamos a sacarlo de aquí, es mejor que lo cuiden otras personas», «sólo denlo en adopción», «ojalá pudiera arrebatarle el apellido de mi hijo». ¿Cómo puedes decirle ese tipo de cosas a un niño de diez años?

La familia no siempre es importante. No siempre está. Y aunque esté, no siempre será buena para ti. A veces, es mejor trazar límites que permitan una vida sana, lejos de quienes te hacen daño. Por eso, Hoseok jamás volvió a buscarlos después de la primera vez, y la familia Kim, su verdadera familia, estuvo de acuerdo.

Sin embargo, si la familia biológica no debería ser considerada familia al menos que se comporte como tal y aporte algo positivo en tu vida más allá de compartir un lazo sanguíneo que debería considerarse insignificante en situaciones como esta, ¿por qué Hoseok sigue creyendo que su padre merece una oportunidad?

—Literalmente, no te aporta nada —regaña Namjoon, quien ya ha salido de su gripe dolorosa.

—Sólo quiero ver si lo logra —murmura Hoseok, cabizbajo—. Tal vez... no lo sé.

—Tal vez quiere tu confianza y robarte dinero, es un drogadicto.

—Lleva meses limpio.

—¿Cómo lo sabes? ¿Él te lo dijo?

—Sí.

Namjoon niega con su cabeza y ríe de manera amarga.

—Sigues siendo muy inocente.

—Es mi padre, Nam.

—Biológico.

—De todos modos. Tal vez sí pueda hacer algo por él. Si cambia, sale adelante y... eso.

—¿Por qué quieres hacerlo?

Buena pregunta. Apenas se la plantea, incluso a sí mismo. ¿Por qué quiere hacerlo?

—Creo que puede cambiar —contesta sin mucho convencimiento.

Namjoon vuelve a suspirar y en un pequeño llamado le pide que lo mire y que deje de comportarse como un niño regañado. Hoseok lo hace, a duras penas, pero lo arrostra y permite que le diga lo que tiene que decir.

—¿Estás seguro de que es por eso? —indaga Namjoon—. Sé que desde pequeño tus padres generaron en ti un deseo incontenible de ayudar a los demás y que crees que todos merecen una segunda oportunidad. —Hoseok da pequeños asentimientos—. Pero, Hobi, no siempre será así. No siempre lo vas a lograr. Las personas a veces no cambian. Y no es justo que pases el resto de tu vida pensándolo, o que con tus acciones caritativas lo van a hacer. No eres un dios, sólo eres una persona, una persona maravillosa —aclara con convicción—, pero no haces magia. Hay oportunidades que son innecesarias. ¿Cuántas veces te ha prometido tu padre Jihun que vendrá con la identificación para ir a la entrevista? ¿Cuánto dinero le has pasado?

Silencio. Han sido diez veces con la que cuenta ahora, y al menos unos tres ceros de su cuenta cada vez que vuelve.

—Esto ya no es una segunda oportunidad —continúa Namjoon—. Es como la número veinte.

—Diez —asevera Hoseok.

—¿Y no crees que ya ha sido suficiente?

—Sólo será esta vez. Lo prometo. Si no aparece el lunes, ya no volveré a recibirlo.

—Ya no —sentencia Namjoon y luego resopla, poniéndose de cuclillas frente a él, apoyado en sus rodillas—. No iba a decírtelo, pero acaba de salir de aquí, Hobi, y me lo encontré haciendo una transacción con un tipo a dos cuadras.

La expresión de Hoseok se torna frustrada y decepcionada. Asiente un par de veces, hilando argumentos que no tienen sentido para justificar el hecho de que le han vuelto a ver la cara con la excusa de la familia. Dinero desperdiciado que podría seguir ahorrando para sus planes futuros con Yoongi.

—Soy un imbécil ¿no? —menciona con una mueca de disgusto hacia sí mismo.

—Sí —afirma Namjoon, sentándose a su lado—, porque eres el ser más bueno y puro de este mundo. Te quiero, Hobi, pero basta de ser tan bondadoso, por favor. Odio verte así.

 Odio verte así

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Dulces de humo ✎ yoonseok.Where stories live. Discover now