002. Patético al cuadrado.

565 110 7
                                    

La mañana brilla como siempre, porque el clima no es capaz de empatizar con su desmembrado corazón

Oops! Ang larawang ito ay hindi sumusunod sa aming mga alituntunin sa nilalaman. Upang magpatuloy sa pag-publish, subukan itong alisin o mag-upload ng bago.

La mañana brilla como siempre, porque el clima no es capaz de empatizar con su desmembrado corazón. Al menos, el calor entra por la puerta y lo abraza en lugar de ella.

Luego de más de seis años durmiendo acompañado, hoy Hoseok despierta solo y, aun así, prepara dos tazas de café, porque su mejor amigo duerme en su sofá desde la madrugada. No ha podido contenerlo cuando ha abierto la puerta a las cinco de la mañana y éste se ha lanzado sobre él para cargarlo de sus sollozos.

A veces, Hoseok desea que cada uno se meta en sus propios asuntos para así él poder hacer lo mismo e ignorar el dolor que sea ajeno al que tiene dentro. Pero no puede hacer algo así. Suele empatizar más que el clima. También es probable que por ello tenga el trabajo que tiene.

Dejando ambas tazas sobre la mesita pequeña que Yeun compró hace dos años después de su primer viaje a Estados Unidos como motivo de su aniversario número ocho, Hoseok pone sus manos sobre el hombre que yace en su sofá para despertarlo con suaves movimientos. Recibe varias quejas antes de encontrarse con un par de ojos de párpados inflamados y rojos, iguales a los suyos.

—Eres un desastre —dice Hoseok sin ánimo.

—Si vieras lo que yo estoy viendo ahora —replica el hombre.

Kim Nam-joon es el amigo más cercano que posee, una amistad implacable desde la secundaria, tan extensa como su relación que al parecer ya no existe. Su mejor amigo. Su hermano. Es el tipo de persona que te cuenta todos los detalles de su vida, pero que es poco capaz de empatizar con los demás a menos que se lo expliques bien. También es un poco terco, pero esa es una parte de él a la que Hoseok está más que habituado.

Se lanza sobre el sofá individual y observa a su amigo durante un rato, ambos lucen como si tratasen de averiguar lo que le ha sucedido al otro para encontrarse en situaciones físicas tan similares. Así como de haber pasado gran parte de la noche lloriqueando.

—¿Tú no deberías estar en Injoon? —cuestiona Hoseok, recordando de repente.

Namjoon entorna la mirada y frunce los labios, está por volver a llorar. Puede ser lo que Hoseok está pensando, probablemente. Su amigo tiene un historial de relaciones fallidas más extenso que su historial de estudios universitarios. Su último intento es una relación a distancia que claramente no ha funcionado para nada. Se ha tardado tres meses y medio. No comprende por qué luce tan mal.

Hoseok ha dedicado toda su vida a su carrera, porque el asunto de la pareja ya lo tenía resuelto. Vaya que estaba equivocado. Yeun en cinco minutos lo tiró junto a sus recuerdos con los pies atados directo al mar. Y se está hundiendo sin siquiera intentar luchar por su vida.

—Dijo que ya no me quiere, que tal vez nunca lo hizo —responde Namjoon.

Esa carcajada que sale de sus labios es inevitable, pero intenta ahogarla cuando recibe un entrecejo arrugado. Se le hace demasiado divertido que ambos estén en una situación así, una que Hoseok creyó que jamás iba a vivir.

Dulces de humo ✎ yoonseok.Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon