042. Compases de espera.

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Cubierto hasta la cabeza, Hoseok espera sentado en el borde de la azotea del edificio con las manos escondidas en los bolsillos de su chaqueta

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Cubierto hasta la cabeza, Hoseok espera sentado en el borde de la azotea del edificio con las manos escondidas en los bolsillos de su chaqueta.

El viento de la mañana entrante es más frío que otros días, o puede que él lo sienta así por los nervios que le provoca el tener una conversación de ese tipo después de tanto tiempo. Al menos, su situación con Areum autodenominándose su novia es un completo malentendido, mas no está seguro de poder decir lo mismo de Yoongi.

Cuando Areum se fue la noche anterior, respondió el mensaje, más o menos, a las diez. Recibió uno de vuelta una hora más tarde y ambos quedaron de encontrarse al día siguiente en la azotea del edificio casi terminando la madrugada para evitar que Jimin y Jungkook se entrometan en un asunto que de alguna forma desconocen.

Yoongi se tarda un par de minutos de la hora acordada, pero aparece tan cubierto como él. Se queda un instante de pie mirándolo en su distancia y luego se acerca, quedándose allí de pie frente a él, viendo hacia arriba un poco más de lo normal con las manos dentro de los bolsillos de su abrigo.

Hay dos problemas y ninguno sabe cómo pedir perdón primero. Ni siquiera saben si deben hacerlo. Se sienten algo perdidos de lo que sucede entre ambos. Puede que estén demasiado sensibles o inseguros. Puede que las dos.

Hoseok se aclara la garganta y abre la boca para hablar primero, pero las palabras se le atoran, porque Yoongi desvía la mirada. Él no puede hablar si no lo está mirando a los ojos para que comprenda su sinceridad, pero el otro no puede hablar mirándolo a los ojos debido a su debilidad con él. Ambos están demasiado molestos.

—Lo siento —hablan al unísono. No hay risas esta vez.

—Siento no haberte contado sobre Areum —continúa Hoseok, resignado a que Yoongi no va a mirarlo—. No es mi novia para nada, sólo fue un malentendido que solucionamos anoche. Creí que no pasaba nada entre nosotros, y como estoy contigo, yo... sólo continúe como si nada. Nunca pensé que llegaría así y menos que se presentaría de esa forma.

Yoongi asiente, mordisqueándose el labio inferior con nerviosismo y temblando por el frío. Hoseok siente ganas de estrecharlo entre sus brazos por lo pequeño que luce.

—De alguna forma me imaginaba quien era —inicia Yoongi—. La vi un par de veces en tu balcón fumando un cigarrillo. —Hoseok lanza un suspiro y termina desviando la mirada cuando Yoongi gira para verlo a él—. Además, es muy ruidosa, me enteraba de todo. —Sin querer Yoongi se ríe por sus propias palabras y él se le termina uniendo aún si sigue molesto por lo que estuvo pasando anoche—. Da igual, Hoseok, te creo.

El sonido de la ciudad despertando junto al viento se les une. Hoseok sabe que viene la explicación más incómoda de todas y no está del todo seguro de querer escucharla. Aunque él nunca tuvo un primo o prima para saber qué tan bajo se puede caer, sólo sabe que alguna vez le enseñaron que eso no era correcto y que él no lo haría. Encima está celoso. Odia sentirse celoso. Triplica la horrible sensación que produce el dilema.

Dulces de humo ✎ yoonseok.Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt