014. Kim Tae-hyung.

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El trabajo abrumador le obliga a cargar con una tonelada de problemas al mismo tiempo

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El trabajo abrumador le obliga a cargar con una tonelada de problemas al mismo tiempo. Hoseok se queja en silencio, mientras camina en dirección al hogar que no visita desde que se convirtió en director general. Con tantas cargas encima y cosas que mejorar (y que todavía faltan muchas), apenas puede hoy añadir a su agenda las visitas semanales al sitio donde se encuentran los menores que desde pequeño se prometió cuidar de la forma que fuera.

Cruza los pasillos que corresponden y atraviesa la puerta gigante que divide el centro del hogar con alegría recargada en su pecho. Nada como una dosis de niños felices que le agradecen su presencia y ayuda para sentirse pleno. Espera que el proyecto que ha enviado hace un día sea aceptado para comenzar a recontratar el personal perdido bajo el nuevo contrato de Min Yoongi.

—Director Jung —saluda Jo Chae-won, una buena amiga que comparte su pasión por el cuidado de los niños en situación de vulnerabilidad social.

—Hola, Chaewon.

La conoce desde el primer día en que ingresó al centro para pedir ayuda con sus prácticas de la primera carrera que le entregó un título de reconocimiento como asistente social. Ambos se encontraban en la misma situación, aunque Chaewon tiene un par de años más y desvió sus intereses al cuidado clínico, continúa teniendo esa chispa de esperanza por salvar a cada niño que llega al hogar.

—¡Es Hoseok! —chilla alguien desde el otro lado del patio.

Hoseok gira en dirección a la voz que reconoce tan bien, porque prácticamente se ha criado con él. Kim Tae-hyung es un pequeño de tres años que fue encontrado fuera del hogar una tarde en que Hoseok salía de su turno. Fue todo un revuelo en los medios cuando se enteraron de la noticia, desde hace varios años que no sucedía algo similar. Generalmente, los niños llegan por causas legales y con el papeleo correcto.

Abre sus brazos para recibir a Taehyung, quien se cuelga de él como un koala.

—Ah, que gigante, pesas un montón —dice Hoseok, tomando al niño por los muslos para que acomode los mismos alrededor de su cintura—. ¿Cómo estás? —pregunta echando la cabeza un poco hacia atrás para mirarlo—. ¿Te estás comportando bien?

—Siempre me comporto bien, ¿verdad que sí, señorita Jo?

Ambos dirigen la mirada hacia la mujer, quien ve a Taehyung de forma severa. Es similar a Hoseok en el trabajo, pero mucho más estricta en el hogar, le ha recriminado en incontables ocasiones que no debe darle ese tipo de confianza a los niños mucho menos ahora en su posición.

—Director Jung, le pido, por favor, que baje a Taehyung, es hora de comer.

—Ya, que puedo llevarlo a la mesa, no tengo inconveniente.

Chaewon blanquea los ojos y asiente después de chasquear la lengua.

Hoseok permanece un tiempo con Taehyung y un par de pequeños más para preguntarles sobre su día, como tan acostumbrado está de hacer. Extrañaba la sensación de calidez que los niños, a pesar de todo su sufrimiento, transmiten la mayor parte del tiempo que comparte junto a ellos. Le recuerdan a sí mismo durante la misma etapa de su vida.

Dulces de humo ✎ yoonseok.Место, где живут истории. Откройте их для себя