092. Lo que alguna vez.

172 64 3
                                    

—No cambias nada —comenta Yoongi, mirando hacia todos sitios apenas pone un pie dentro del apartamento de Hoseok

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

—No cambias nada —comenta Yoongi, mirando hacia todos sitios apenas pone un pie dentro del apartamento de Hoseok.

—Sabes que no.

Hoseok camina en dirección a su habitación para dejar la mochila que Yoongi trae consigo para su corta visita antes de regresar a instalarse a su lado otra vez. Se siente algo nervioso. No sabe qué significa esto. Ni qué pasa con ellos desde hoy. Ni siquiera sabe qué es lo que quiere o por qué le da tantas vueltas al asunto, cuando Yoongi tampoco es que haya insinuado nada. Apenas logra despegar sus ojos de él para verificar que realmente se encuentra allí de pie, encontrando su mirada felina por momentos y desviándola con las mejillas teñidas de carmesí. Sabe que él está igual. Se siente como un adolescente idiota otra vez.

—¿Te preparo la cena? —pregunta Yoongi—. Debes estar agotado.

Y camina sin esperar una respuesta en dirección a la cocina, aunque cuando abre el refrigerador no encuentra nada, así que lo cierra y lo mira con ambas cejas alzadas.

—¿Estás bajo dieta estricta o algo? —cuestiona con burla.

—No voy al supermercado desde hace mucho tiempo. —Hoseok lleva los dedos a su oreja para jalar de ella—. Generalmente no ceno. Me da pereza, cocino mal y la comida a domicilio me aburre, porque siempre me quedo dormido esperándola.

La risa que llega hasta sus oídos junto a la sonrisa de dientes pequeños que le enseña, hacen que el estómago de Hoseok dé un vuelco enorme y quiera echarse las manos a la cabeza para contener el deseo tan intenso que tiene de estrecharlo entre sus brazos.

—Pero podemos pedir una pizza —añade.

—Está bien, ca...- —Ambos se miran durante unos segundos y Yoongi se aclara la garganta—. Está bien.

Hoseok también aclara su garganta antes de decir algo más, intentando disipar la tensión que se ha instalado de manera tan repentina por una palabra a medio expresar.

—Avisaré a Nam que estás aquí, para que... no venga.

—No es necesario. Sabe que estoy aquí. —Yoongi se encoge de hombros y camina hasta el sofá para lanzarse y buscar en su celular un local de pizza a domicilio que no tarde demasiado.

—¿En serio? —Se acomoda a su lado con una expresión de sorpresa.

—Sí, de hecho, por él estoy aquí.

—¿Cómo así? —Hoseok de inmediato arruga el entrecejo.

—No sabía nada de ti. Él es la única persona que podía asegurarme que regresar era lo correcto, sin causarte problemas. No quería desestabilizar tu vida o intentar meterme donde no debería en caso de que estuvieses con alguien más. —Sus ojos lo ven en todo momento. Hoseok no ha cambiado demasiado, pero puede notar que Yoongi sí. Antes solía hablarle con la mirada perdida en otro sitio o evitando sus ojos a toda costa—. Fue sincero conmigo, me pidió perdón sobre lo que pasó ese día y... también se molestó de que quisiera regresar, pero al mismo tiempo me lo permitió sin mucho problema.

Dulces de humo ✎ yoonseok.Where stories live. Discover now