084. Por un instante.

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El tiempo transcurre sin detenerse, porque así es la vida

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El tiempo transcurre sin detenerse, porque así es la vida. Continúa, aunque la suya parezca haberse detenido hace al menos tres veces en que la luna ha ido de creciente a menguante sin descanso.

Hoseok camina con la cabeza en alto por los pasillos del centro en dirección al hogar como cada día. Retomando una parte de su rutina que había dejado en pausa por algunas circunstancias complejas que continúan latiendo en su interior, pero pretende demostrar todo lo contrario.

—¡Hoseok!

De inmediato gira su cabeza para encontrarse con el pequeño Kim Taehyung después de varios meses. Ni siquiera ha pasado a visitarlo por las órdenes expresas de Chaewon. Sin embargo, para su agrado, el niño sigue manteniendo el vivo entusiasmo de verlo. Esa esperanza es de lo poco que lo mantiene alegre.

Después de los resultados de la evaluación, que se han tardado bastante más de lo que esperaba, Hoseok ha iniciado y terminado las sesiones de los talleres pre-adoptivos. Finalmente, hace menos de una semana, ha entrado de manera oficial al Registro Nacional de Postulantes.

—Que sean sólo cinco minutos, Seokkie, por favor —pide Chaewon.

Él asiente con una enorme sonrisa y se agacha extendiendo sus brazos para atrapar a un Taehyung que ya está por cumplir los seis años de edad.

—Por dios, estás enorme —murmura, aferrado a su pequeño cuerpo para levantarse y cargarlo—. ¿Cómo estás?

—Muy bien. —Inclusive su forma de hablar ha cambiado. Sólo han pasado unos meses, pero Hoseok los siente como miles de años—. Usted no ha venido a verme.

—Lo siento, pequeño, he estado muy ocupado con el trabajo y en casa.

—¿Y cómo está? —pregunta con su flamante inocencia.

—Yo estoy súper bien.

En parte. Hoseok está bien de manera general, a pesar de que su corazón continúa extrañando por montones. La ausencia de Yoongi continúa resonando, pero el dolor no demanda atención con tanta insistencia desde hace un tiempo. No sabe nada de él, ni su estado de salud, ni de su vida. Y supone que es lo correcto. Está respetando su decisión, le está dando el espacio por el que se marchó de él.

—¿Seguro?

—Sí, bebé. Muy seguro.

—Junkyo ha estado muy triste, porque Jimin y Yoongi no han venido a verlo desde hace mucho tiempo.

El estómago se le revuelca con furia, dándole paso a aquella angustia que se mantiene en su pecho desde que Yoongi cayó al hospital por primera vez. A veces se sorprende de la cantidad de tiempo que ha pasado desde entonces.

—Puedes decirle a Junkyo que Jimin vendrá cualquiera de estos días, ¿sí? —miente como bien sabe hacer: con una sonrisa—. Para que se tranquilice. Dile que ellos lo extrañan mucho, pero que han estado un poco ocupados con el trabajo. ¿Harías eso por mí?

—Sí, sí, claro.

Hoseok se nota fascinado por la claridad de sus palabras y su capacidad de entendimiento. Sin duda Taehyung ha crecido demasiado y parece todo un hermano mayor de Junkyo a estas alturas. A Yoongi le encantaría ver y saber esto.

—Director —llama Chaewon, apareciendo justo cuando los cinco minutos han pasado—. Lo necesitan en el centro.

—Claro. —Sus ojos se dirigen otra vez a Taehyung para comenzar a dejarlo de pie en el suelo—. Tengo que irme.

—¿Vendrá mañana?

—No puedo prometerlo, así que no me esperes.

—¿Lo intentará? —Los ojos de Taehyung por poco se humedecen.

—Sí —murmura Hoseok, colocando una mano en su pequeña mejilla—. Lo intentaré.

 Lo intentaré

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Dulces de humo ✎ yoonseok.Where stories live. Discover now