016. Tabaco, dulce y alcohol.

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Lleva todo el día encerrado muriendo de calor

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Lleva todo el día encerrado muriendo de calor. Apenas ha abierto la ventana una vez en el día, porque el resto ha estado oliendo a humo y ya no es capaz de comparar ambas situaciones. Siente que no puede sudar más. Le frustra que el sitio más fresco del apartamento, en este momento, sea el baño, y estar allí cada media hora ya se está volviendo desagradable.

Decidido a terminar con la tortura, después de ducharse por tercera vez en el día, Hoseok camina hasta el apartamento de su vecino del trescientos cincuenta y tres para pedirle que por favor deje de fingir que es una chimenea. Golpea la puerta un par de veces. Yoongi aparece tras ella a la tercera y lo observa con curiosidad. Incluso su cuerpo el día de hoy emana el fuerte olor a humo que tan poco perceptible es el resto de los días.

—¿Sí? —pregunta Yoongi al notar que Hoseok no dice una palabra.

—¿Podrías, por el amor de dios, dejar de echar humo de esa manera? No he podido abrir las ventanas en todo el día.

La expresión de Yoongi cambia.

—Lo siento —responde—. Debiste decírmelo antes. Creí que no estabas.

—Da igual. Sólo, por favor, no lo hagas ahora. Voy a abrir las ventanas el resto de la tarde.

—No prometo nada, pero está bien. —Hoseok arruga el entrecejo—. ¿Qué? Estoy en mi casa, aquí no mandas tú.

—Bien, como sea. —Da media vuelta, avanzando los diez pasos en dirección a su puerta.

—¿Hoseok? —Se detiene y voltea. Yoongi permanece de pie en su puerta y lo observa de una forma tan extraña que le revuelve el estómago—. Olvídalo. —Niega con su cabeza y cierra la puerta.

Él se queda un instante aturdido, con curiosidad, esperando a que Yoongi vuelva a abrir la puerta y le diga lo que estaba pensando. Pero eso no sucede.

Entre resignado y contento abre todas las ventanas del apartamento. Sale hasta el balcón para respirar aire fresco. El día ha estado tranquilo, fuera y dentro de todo, aunque él se siente inquieto y vacilante entre sus pensamientos. Hay algo dentro de Hoseok que lo mantiene en un constante estado de alerta, sobre todo hoy, y le enfada, porque debería estar disfrutando su fin de semana como lo merece después de tanto trabajo y autoexigencia. Está preocupado de algo que no reconoce.

Gran parte de la tarde la pasa en silencio, con un libro de sociología entre sus manos, bebiendo agua fría para soportar el calor de julio. A un lado de la ventana que da hacia el balcón para que el poco aire que circula, le llegue de lleno.

Alrededor de las ocho, cuando el cielo comienza a volverse de un azul más oscuro luego del atardecer, Hoseok llama a Namjoon un par de veces que no responde. Decepcionado le deja un mensaje y luego se apoya en el borde del balcón para mirar el mar. El movimiento lejano de las olas le recuerda a Yeun, y sabe que ya no tiene nada que hacer cuando piensa en ella y rememora cada momento lindo que pasaron juntos.

Dulces de humo ✎ yoonseok.Where stories live. Discover now