025. Un finalmente.

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Sopla un viento frío que le congela las mejillas

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Sopla un viento frío que le congela las mejillas. Hoseok permanece fuera de su vehículo, esperando a que Yeun aparezca para entrar juntos al restaurante que acostumbraban a frecuentar durante su matrimonio. Generalmente para ocasiones especiales.

Media hora transcurre cuando un vehículo se detiene justo frente al suyo, del cual desciende su exmujer vestida con tacones y un abrigo enorme sobre su cuerpo, cubriendo sus piernas de las que Hoseok debe quitar la mirada cuanto antes. Se regalan una sonrisa y entran juntos al restaurante como la pareja tan normal que eran hace siete meses atrás. La mesa que solían ocupar está vacía como siempre y ambos se dirigen allí casi por inercia. Hoseok sabe que debe desviar la mirada cuando Yeun se quita el abrigo antes de sentarse frente a él, pero le es imposible ignorar la belleza de la mujer, de cualquier forma, su cerebro necesita ese estímulo que le dilata las pupilas a consciencia y lo disfruta mientras puede.

—¿Qué celebramos hoy? —pregunta Hoseok con una sonrisa para romper el hielo, al mismo tiempo en que toma el menú para echarle un vistazo por más que sabe que pedirá lo mismo de siempre.

—Nada en específico. —A pesar de que Yeun finge seriedad, su tono de voz es tan juguetón como el de Hoseok, también con el menú entre sus manos—. Creo que es el momento de que tengas esa conversación que tanto dices merecer.

Alza la mirada del trozo de cartón que tiene entre las manos y se encuentra con la de ella. Los ojos grandes de su exmujer brillan casi con malicia, aunque él se siente tan extrañado que no lo nota.

—Mi terapeuta dijo que cerrar los ciclos como corresponde es sano —prosigue Yeun—, supongo que tú sabes de eso.

—Más o menos. Es de conocimiento general.

—Ya veo. —Yeun deja el menú cerrado sobre la mesa para luego mirar hacia el mesero que se encamina hacia ellos—. Haré el pedido. Tú piensa tus preguntas, responderé lo que sea.

Ambos saludan al mesero con cortesía. Hoseok en su silencio se cuestiona a sí mismo por enésima vez qué es lo que quiere ahora. Ha pasado tanto tiempo y durante todos estos meses ha tenido tantas preguntas en su cabeza que jamás fueron respondidas y de las cuales ansiaba una aclaración. Hoy no sabe nada. Hoy, que Yeun está lista para saciar sus dudas, él se ha quedado en blanco. Como cuando su maestro en la universidad solicitaba preguntas, pero todos se quedaban viendo al vacío como idiotas a pesar de todas las dudas que tenían acerca de lo que acababan de aprender, cuyas consecuencias se veían en el examen.

—¿Y bien? —cuestiona Yeun, llamando su atención. Él alza la mirada para enfrentarla sin saber qué decir—. ¿Nada? ¿En serio?

—No sé por dónde comenzar.

—Bueno. —Ella toma un profundo respiro y aguarda unos segundos para luego decir—: Comenzaré yo entonces, de todos modos, yo te traje aquí. Quiero que sepas que el tiempo que pasamos juntos tuvo por montón más días buenos que malos para mí, hasta el final.

Dulces de humo ✎ yoonseok.Where stories live. Discover now