067. Cuidar de mamá.

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—Lo siento tanto —susurra con la voz temblorosa—. Lo intenté todo, mamá, te juro que lo intenté todo.

La voz se le rompe y termina exhalando un sollozo desesperado por ahogar, pero no lo logra. Su llanto es intenso y le arde la garganta, pero decide dejarlo salir. Es en estos momentos en que la retrospectiva de la vida aparece, cuando ya no puedes volver el tiempo atrás. Cuando la persona se ha marchado y no puedes hacer nada al respecto. Hoseok deja que su rostro enrojezca y se empape por completo. Yoongi lo aferra a su cuerpo y le acaricia la nuca en una señal silenciosa de apoyo, con dolor en el pecho. Sin saber qué hacer por él más que acompañarlo mientras vive su dolor.






—Hoseok.

Gira la cabeza hacia donde viene su llamado. Namjoon se acerca a pasos agigantados y con una expresión afligida hacia él, quien acaba de terminar de firmar todos los papeles para el funeral de su madre. Sólo queda esperar.

Su mejor amigo lo envuelve entre sus brazos con fuerza, apoyando la mano en su nuca para apegarlo a su cuerpo todo lo que le es posible, mientras susurra «lo siento, lo siento» a lo que Hoseok sólo responde «está bien».

—¿Estás solo? —pregunta Namjoon, tomándolo por los hombros, inspeccionando su rostro. Hoseok niega con su cabeza y su mejor amigo se percata de la presencia de Yoongi sentado a unos metros de ellos, con la mirada felina puesta en la escena—. Ya veo. Debí suponerlo. ¿Cómo lo supiste? ¿Quién te avisó?

—Me llamaron desde aquí —responde Hoseok lanzando un suspiro—. Tenían mi número en el registro, supongo que desde los planes de rehabilitación y todo eso.

—Tiene sentido. —Namjoon se muerde los labios y aguarda un momento antes de preguntar algo que Hoseok ve venir, pero no está seguro de querer oír—. ¿Ya llamaste a tus abuelos?

Hoseok niega con su cabeza y desvía la mirada.

—¿Para qué?

—Son sus padres —comenta con obviedad—. Tienen derecho de saberlo.

—No son nadie. Jamás se preocuparon por ella. Ni por mí.

—Hobi, sé que estás triste y agotado, pero sabes bien que ellos deben al menos saberlo. No importa si vienen o no a su entierro, que sería ideal para todos, pero diles. Llámalos, anda. Hazlo por ella.

—¿Lo harías tú por mí? —Namjoon lo mira como si acabase de decir lo peor que ha escuchado en su vida—. Bien. Quédate con Yoongi, por favor, dile que vengo enseguida. Sé amable.

—Claro. Ve tranquilo.

Indeciso de si dejarlos solos por temor a que discutan en medio del hospital, Hoseok da un asentimiento hacia Yoongi y después gira sobre sus talones y busca el número de su abuela. Siempre lo ha guardado para esta ocasión, porque sabía que algo así ocurriría, sólo que no esperaba que fuese tan pronto.

El dilema con la familia de su madre viene desde siempre. El padre de Hoseok, Jung Ji-hun, jamás fue un buen hombre ni un buen partido, sólo una gran mala decisión en la vida de Gim Nari. Y obviamente la familia Gim jamás estuvo de acuerdo con esa relación. Sin embargo, Nari jamás obedeció, siguió con su vida, se mudó a Jaepil con Jihun y concibieron a Hoseok por accidente, en un barrio de mala muerte, con el club de drogadictos y todo lo demás. No conocieron a Hoseok hasta que él tuvo diez años, y fue sólo por causa del hogar, pues se contactaron con ellos intentando buscarle un hogar estable, ya que Nari jamás volvió por él. Y la familia Gim tampoco.

Volvieron a tener contacto cuando Hoseok cumplió los dieciocho, en el momento en que decidió por cuenta propia (y con mucha ayuda y apoyo de la familia Kim) intentar poner en línea recta la vida de su madre, buscando su apoyo y contención. Sin embargo, nunca lo apoyaron en ello. Nunca lo aceptaron en la familia, y como lleva el apellido del «hombre que le arruinó la vida a nuestra hija» mucho menos quisieron intentar formar un lazo que en sí jamás se les pidió. El resentimiento se mantiene desde entonces.

¿Diga? —contesta la voz de la madre de Nari.

Hoseok traga un par de veces antes de hablar sin parar:

—Hola, señora Gim, habla Hoseok, el hijo de su Nari. Le llamo para avisar que mi madre ha muerto y que serán aceptados en su funeral en caso de querer asistir. Seguimos en Jaepil y la ceremonia se hará en el cementerio central estatal sin mucho trámite mañana por la tarde. Es todo. Buenas noches.

Cuelga. Sin esperar una respuesta y con el corazón en la garganta.






Observa el ataúd descender, mientras lanza una rosa blanca. Aquellas que eran las favoritas de su madre y que él robaba del jardín de la escuela antes de irse a casa cada tarde para dársela a su madre y darle las gracias por cuidar de él. Aunque en realidad era él quien cuidaba de ella la mayor parte del tiempo. De los golpes de su padre y después de haber consumido tanto que caía rendida y terminaba llamándolo para abrazarla en caso de que aquella noche muriera.

La mano de Yoongi presiona su hombro derecho. La mano de Namjoon presiona su hombro izquierdo. Y los tres son las únicas personas que acompañan la despedida de Gim Nari, además del sepulturero, quien espera a que ellos se marchen para comenzar a apalear la tierra.

 Y los tres son las únicas personas que acompañan la despedida de Gim Nari, además del sepulturero, quien espera a que ellos se marchen para comenzar a apalear la tierra

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Dulces de humo ✎ yoonseok.Where stories live. Discover now