048. Porque no es no.

Comenzar desde el principio
                                    

—Lo siento, amor, creí que lo harías tú mismo. Toma el mío.

—Da igual. Dame un minuto y regreso.

El semblante de ambos parece cambiar un instante, pero Namjoon recibe un intenso beso en los labios antes de quedarse de pie embobado con el vaso goteante entre sus dedos. Posterior a su distracción momentánea, se sienta a un lado de Hoseok y le da un leve empujón con el hombro.

—¿No es lindo?

—Sí —vacila Hoseok dando un largo trago a su vaso—, lindo.

—No te vas a morir por decir que un hombre es lindo, Hobi —menciona Seungki, quien permanecía silenciosa al lado contrario—. Siempre serás un heteronormado, no se te quita ni con toda la homosexualidad que hay a tu alrededor. Lástima para el chico que te quedó viendo como idiota en la entrada.

Hoseok blanquea los ojos y mira en dirección a la pista, donde la mayoría de las personas bailan y se tiran las bebidas encima como si fuera agua. No es precisamente su ambiente, así que espera tener un par de vasos más encima antes de pararse en medio y enloquecer junto a la multitud.

—Si me invitaron a salir para molestarme, mejor me quedaba viendo una telenovela con mamá —alega.

—Siempre serás mi nene llorón. —Seungki arruga la nariz y le jala las mejillas—. Me alegra que siempre seas tú, aunque seas heteronormado.

Namjoon se ríe junto a ella, en tanto se sienta en el sofá de enfrente donde Acke ha decidido sentarse. Inmediatamente sus manos y piernas se juntan y por poco se tiran encima del otro para comerse la boca un largo rato.

—Son desagradables —comenta Seungki en su oreja—. Así siempre, cada puto segundo del día —alza la voz esta vez—. Trajimos aquí a Seokkie para divertirse, no para que los vea manosearse toda la noche par de conejos en celo.

—¡Bien! —grita Namjoon—. ¡A bailar entonces!

Hoseok niega con su cabeza, no estando preparado aún, porque no ha alcanzado a beber ni siquiera un vaso. Toma el que tiene en las manos en dos tragos largos y se pone de pie siendo arrastrado por Seungki y Namjoon en dirección a la pista. Por varios minutos está seguro y baila con alegría junto a su hermana hasta que ella decide dejarlo sólo cuando una chica entre la multitud se la lleva lejos de allí. Claro que sí, no le sorprende, hace eso desde que cumplió la mayoría de edad.

Yeun jamás salió con él y sus amigos/familia, no le agradaba que vivieran su sexualidad con tanta libertad. Se lo mencionó la única noche que intentó unirlos, pero jamás lo logró. Y llegó el día en que decidió dejar de hacerlo para evitar incomodarla, porque él siempre terminaba bailando con otras chicas y se sentía culpable por no contárselo para evitar sus ataques de celos.

No se queda solo durante demasiado tiempo. Una mano rodea su muñeca y él sólo espera que no sea el chico que Seungki mencionó. Para su suerte no lo es. Es una chica, muy linda, tan o más rubia que Acke y con una sonrisa encantadora.

—¿Bailas? —pregunta en inglés, idioma del que apenas comprende lo básico.

Forma una mueca y asiente, esperando haber escuchado bien y no estar aceptando cualquier otra cosa. La chica rodea sus hombros y lo acerca hacia ella, moviendo sus caderas el ritmo de la música e instándolo a tomarla desde allí para seguirla. Hoseok duda durante unos segundos, pero finalmente lo hace, la chica parece entrar en confianza y le sonríe de la misma forma. Su pecho deja de sentirse ansioso y se divierte gran parte de la noche junto a ella. Ojalá su mente también estuviera allí. En realidad, piensa tanto en Yoongi que por poco toma sus cosas y se devuelve a Jaepil. Sobre todo cuando la chica se frota contra él más de lo que debería. Es fuerte para que su cuerpo no despierte ante ello. No quiere dar a entender segundas intenciones, aunque sus esfuerzos son en vano cuando recibe un beso en los labios que lo deja paralizado un momento y del cual se aleja con los ojos bien abiertos, tomando distancia de inmediato.

—Yo —masculla apenas intentando buscar las palabras correctas en su inglés mediocre—, lo siento, no. —Niega con su cabeza un par de veces.

—Oh, vamos, ¿te harás el difícil? —cuestiona la chica, volviendo a acercarse en vano—. ¿Por qué me dejarías bailar contigo de esa forma sino?

—¿Sino qué?

—Me acerqué a ti por algo.

—Pues estoy diciendo que no.

La chica lanza una carcajada y mueve la cabeza en negativa para después alejarse mascullando groserías que Hoseok no se permite entender, puesto que se aleja lo más rápido que puede para buscar a Namjoon o por lo menos el sofá donde estuvieron al llegar. Lo que primero encuentra es el sofá carmesí donde hay un par de personas, pero le da igual, se sienta en una orilla esperando a que Namjoon aparezca. Apenas cruza miradas con los desconocidos que no parecen querer hablarle, y entiende el por qué cuando la misma chica de la que huyó hace unos minutos aparece y le da una mala mirada antes de sentarse en el sofá de enfrente.

—¡Aquí estás! —exclama la voz de Seungki—. Te estuve buscando por todos lados. Es hora de irnos, Seokkie.

—Genial —masculla, comenzando a caminar un par de pasos antes que ella, aunque es alcanzado en un dos por tres. Permite que sus dedos se entrelacen para no perderle el rastro.

—Nam me dijo que te vio huir de una chica en medio de la pista y después te perdió el rastro.

—¿Dónde está?

—¿La chica de la que huiste o Nam?

—Nam —sentencia, ya de mala gana, notando como sus oídos descansan al estar fuera del club por fin.

—En el auto. ¿Estás bien?

—Sí.

—¿La chica te hizo algo?

—Me besó y después me insultó porque la rechacé.

—Uh, asquerosa idiota.

Entra al vehículo en el asiento del copiloto esta vez, pues Namjoon se encuentra con Acke casi dormido entre sus brazos en los asientos de atrás. Seungki maneja en silencio, con la música a un volumen bajo. Se respira el olor a alcohol emanando del cuerpo de ambos hombres detrás de él, Hoseok nota como Namjoon apenas puede mantener los ojos abiertos. Definitivamente no ha sido una de sus mejores salidas, porque le encantaba más divertirse con su mejor amigo y sus novios que no lo alejaban de él a la más mínima distracción.

Y aún tiene el mal sabor de boca por haber sido insultado por la chica.

Y no sabe qué, cómo ni cuándo contárselo a Yoongi.

Y no sabe qué, cómo ni cuándo contárselo a Yoongi

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Dulces de humo ✎ yoonseok.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora