002. Patético al cuadrado.

Start from the beginning
                                    

—Ni siquiera pude conocerlo esta vez —menciona.

—Adivino —inicia Namjoon—: estás así de cansado, porque te la pasaste fenomenal anoche. ¿Yeun todavía duerme?

El martilleo regresa a su cabeza y se le presiona el pecho. Ya no es tan divertido ver a su amigo triste por otro intento de noviazgo fallido que sabía que sería así, cuando al parecer él ha perdido diez años de su vida con alguien que al final le dejó de querer. Niega con su cabeza y se acerca a una de las tazas de café para darle un largo trago. Tiene que despejar sus empañados ojos antes de hablar.

—Te parecerá gracioso —contesta Hoseok—, pero me la pasé fenomenal anoche después de que Yeun vació el armario y se largó.

La expresión de Namjoon es retratable. Sus ojos inflamados se abren de par en par y de inmediato irgue el cuerpo para quedar sentado tan cerca de Hoseok como le es posible. Sacude la cabeza un par de veces, tratando de despejarla por si ha escuchado mal.

—¿Qué dices? —cuestiona cargado de impresión—. Eso es imposible, Hoseok. No, no te creo. ¿Es el día de los inocentes? —Mueve la cabeza de un lado a otro, buscando un calendario.

Hoseok niega y luego de sentir las lágrimas pinchando sus ojos, asiente para no tener que decir nada.

—¿Qué sucedió? —vuelve a preguntar Namjoon.

—Se cansó de mí.

—Ya, ¿cómo así?

—Tal cuál, te lo cito: «Estoy cansada de tu actitud, debemos acabar con esto». —Se lleva la taza a los labios, pero no bebe nada—. ¿Qué actitud? No lo sé. La de siempre. «Es que mira cómo te mira la vecina». Eso fue lo que empezó la discusión antes de ayer y al parecer fue lo que colmó su paciencia. Al menos, fue la excusa para dejarme. A lo mejor se fue con otro idiota, no creo que se haya cansado de la nada, el cansancio suele tener nombre y apellido en situaciones como esta.

Namjoon niega con su cabeza y desvía la mirada para después reírse bajito.

—Bueno, hermano, quizá deberías hacer un poco de esa introspección de la que siempre hablas. Te vendría bien para sacar algunas conclusiones antes de las que ya tienes.

Hoseok arruga el entrecejo y tensa la mandíbula.

—¿A qué te refieres?

—A nada en específico. Sólo que tal vez podrías pensar mejor las cosas y si la has cagado como ella dijo, intentar buscarla, arreglarlo y pedirle una oportunidad.

—¿Debería? Estuve casi toda la noche pensando en eso. Se escuchaba tan tajante, Nam, tan segura como siempre. Ni siquiera parecía dolerle lo que estaba pasando.

Algo a considerar, pues Yeun se caracteriza por su personalidad escandalosa y su carácter excesivamente fuerte, al menos sobre el de Hoseok.

—Inténtalo —le anima Namjoon, dando después un suspiro.

—¿Qué pasó con el tipo? —inquiere Hoseok para cambiar un poco el tema sobre él.

—Que se aburrió de mí, te he dicho.

—Ya, claramente —afirma Hoseok—. Pero tú ¿no me dijiste hace unas semanas que sólo era pasajero? Algo así de que querías conocerlo bien y que te lo ibas a tirar sin ataduras.

—Pues que lo conocí bien, y me fallé a mí mismo.

—Ah, no puede ser tan maravilloso, Nam. Te enamoras demasiado rápido, es eso. Lo conociste un mes y lo visitaste como tres veces incluyendo ésta.

—Simplemente lo es. Y fueron tres meses y medio —corrige de mala gana. Luego da un chasquido con la lengua y se muerde los labios. Cuando comienza a mover la pierna, Hoseok se pone en alerta por si su amigo necesita un abrazo.

Namjoon conoció al hombre desconocido en un bar durante un viaje que ambos hicieron un fin de semana a Injoon. En palabras de él: tuvieron «una conexión tan fuerte que el hombre le dio su número sin demasiado problema y comenzaron a hablarse con frecuencia». Como suele pasar, Namjoon parecía más interesado, ya que viajaba casi cada fin de semana para verlo. No le sorprende. Su mejor amigo es su mejor amigo, y lo ama con todo su corazón, pero es demasiado intenso para este mundo monótono. Inclusive más que él, y eso ya es mucho decir.

—Ya —murmura Hoseok y se pone de pie para acercarse a Namjoon—. Estarás bien..., e-estaremos bien, al menos ahora podremos compartir mejor el sentimiento, mientras buscamos una solución. —Se ríe sin ganas—. Puedes quedarte el tiempo que desees, ¿sí?

Namjoon asiente y apoya la cabeza sobre el hombro de Hoseok. En poco los sollozos llenan sus oídos y termina sucumbiendo a ese dolor compartido.

Dos seres patéticos apoyándose el uno al otro.

Dos seres patéticos apoyándose el uno al otro

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Dulces de humo ✎ yoonseok.Where stories live. Discover now