🪶CAPÍTULO 22: Giros inesperados🪶

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Y por otro lado, sabia que Ariel no le haría nada, pues solo ella sabía la ubicación de la rosa, y quizá por esa razón también la invitaba a su casa para mantenerla a salvo.

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Avanzaba por el edificio, resonando sus zapatos contra el mármol, pero a pesar de que había un poco de hadas cerca, ninguno lo volteo a ver, hasta que llego al gran salón, en donde tan pronto atravesó la puerta, toda la mirada de los presentes se dirigieron a él.

La razón de presentarse el mismo día que le llego su citado, es porque conocía lo impaciente que eras las hadas, y dejarlo para mañana solo haría que fueran por él a su casa, a pesar de que su cita era para presentarse en tres días. A veces ni siquiera entendía porque te daban una fecha para presentarte.

—Flynn Viran —dijo la juez— da un paso al frente para recibir la dictadura de tu castigo ante tu rebeldía y unión a un ángel caído —Ariel no era un ángel caído, pero ellos consideraban que, si el ángel tenía más de dos siglos en la tierra, era caído.

Los castigos de las hadas eran conocidos por ser crueles, por ello no le sorprendió que lo enviaran a las llanuras Demun, donde solían habitar algunos seres malignos y salvajez. Su castigo consistía en pasar una semana ahí, luchando por mantenerse con vida. Y si lo lograba, quedaba limpio de sus errores del pasado, por lo que era liberado.

Sabía que si las hadas lo enviaban ahí era más para probarlo que para castigarlo, debido que eran contadas las hadas que lograron sobrevivir en las llanuras, pues estaba el rumor que los atroces seres que habitaban en Damnavit, que se encontraba a un kilómetro de las llanuras y era considera el área más peligrosa de la dimensión Caeli, solían frecuentar Demun en busca de presas, ante la escasez que había en su territorio por su reputación.

Cuando el juez dio la orden de escoltarlo a las llanuras, Flynn le dio una última mirada.

‹‹Espero que puedas disfrutar tu estadía ahí›› Le dijo telepáticamente con un tono de burla.

‹‹Como ustedes deberían disfrutar tener el poder del reino, el cual estaba muy cerca de cambiar›› Ante aquello la sonrisa del hada se desvaneció.

‹‹¿Qué es lo que sabes hada? ›› Exigió saber. Flynn le dedico una sonrisa.

‹‹Salude a todos de mi parte, juez›› Fue su única repuesta.

Había un desequilibrio en el mundo, y a Ariel le habían informado que apresuraron el objetivo de su misión porque la naturaleza tenía planes para Calix, y si era así, muy pronto iniciaría un caos para poder estabilizar el mundo, y la principal clave seria aquella que alguna vez llamo amiga.

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Calix contempló con cierto interés el hogar de Ariel, el cual le resultaba bastante llamativo y moderno.

—Por tu rostro parece que pensabas que vivía en alguna cueva.

—No una cueva, pero quizá una cabaña o un hotel con mala vista para pasar desapercibido —confeso.

—En su tiempo lo hice —admite. La chica lo miró curiosa.

—¿Cuantos años tienes en la tierra Ariel? —Pregunta.

—Bastante para mi gusto —contesta con desagrado, al recordar los trecientos sesenta y cinco años que ha tenido que sobrellevar en el mundo. Supongo que era castigo justo para alguien como él.

—Imagino que te ha costado mucho —volteó ver a Calix, y por un momento, pudo ver Azul en ella—. Me refiero a la casa —se apresura a aclarar, ante la mirada intensa de Ariel.

Mi Secreto: La Rosa De Cristal. (Libro I)⭐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora