Lluvia.

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Camino del metro, Irene comprobó, que no era la única loca que había salido sin paraguas a la intemperie, a su lado una señora intentaba llegar a la parada del autobús, mientras se tapaba la cabeza con un periódico, la lucha que ambas estaban disputando con el tiempo, la habian perdido en el momento en que ambas habían decidido salir sin paraguas aquella mañana.


La lluvia, parecía tener algo personal en contra de Irene y la atacaba desde todos los flancos, venía de lado por culpa del viento, de abajo, porque Irene no hacia más que pisar charcos, que le daban los buenos días con una buena salpicadura, y desde arriba descargando en auténticos torrentes de agua, que hacían que la ducha de por la mañana hubiese resultado una auténtica pérdida de tiempo.


Cuando Irene, por fin consiguió llegar a la boca del metro, hasta le pareció que se iluminaba para darle la bienvenida. Bajo las escaleras y en cuanto se encontró a cubierto se miro, y comprobó que estaba totalmente empapada, pero nada podía hacerle, tenía que ir a trabajar, no podía ir a casa y cambiarse porque llegaría tarde de nuevo, y no se lo podía permitir, solo esperaba no cogerse un buen resfriado.


Siguió caminando congelada hacia el anden, y como siempre hacia cuando iba por aquellos pasillos, se puso a mirar con atención y a escuchar a todos los músicos que tocaban en aquella parada del metro.


Un guitarrista, estaba haciendo una versión de "Imagine" de "John Lennon", más adelante una chica cantaba algo parecido a una ópera y casi en el fondo, como siempre, en aquel rincón antes de llegar al anden, estaba aquel dúo que a Irene le encantaba, habían empezado a colocarse en aquella posición unas semanas atrás, y desde el primer día que los oyó cantar, Irene se quedo fascinada.


Cantaban canciones compuestas por ellos mismos, no versionaban a nadie, y para Irene eso marcaba una gran diferencia, respecto del resto de músicos que tocaban allí. El dúo, lo componían una chica rubia guapísima, que cantaba como los ángeles y un chico moreno que tampoco tenía nada que envidiarle, y que tocaba la guitarra, además de doblar la voz con la chica en partes de las canciones, haciendo unos duetos maravillosos.


Como siempre, el dúo estaba rodeado de gente silbando y dando palmas, eran los que tenían más espectadores, y los que más dinero generaban en aquel anden, no es que Irene lo supiese con seguridad, porque no contaba las monedas que les echaban, pero se lo imaginaba, porque mientras la funda de la guitarra de ellos estaba siempre con monedas, las de los otros músicos, no parecían tener la misma suerte.


Irene sea acerco a ellos, y se quedo parada escuchando la canción que estaban interpretando, cuando esta termino se acerco al dúo, y guiñándole un ojo a la chica, echó un euro en la funda de la guitarra. La chica, se lo agradeció con una reverencia, y dijo por el micro:

_ Aquí esta nuestra fan incondicional la chica del abrigo negro y los fulares más bonitos de todo Madrid, un aplauso para ella_.


Irene le sonrío a la chica, y se dirigió muerta de vergüenza al andén donde se sentó en un banco a esperar que llegara el metro, mientras la gente le aplaudía.


Al llegar, se sentó en un banco y sacó sus cascos del bolsillo, los conecto a su móvil y puso su lista de canciones para lluvia, era lo que correspondía escuchar con aquel horrible tiempo, mientras escuchaba la canción "Días Malos" de Tristan, uno de sus compositores favoritos, se puso a pensar de nuevo en el casting.

Diario de una Grosella.Where stories live. Discover now