COSQUILLAS

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Santi se recostó en el sofá y puso su cabeza contra el cojín, Irene dejo que se colocase y que pensase. Sabía que Santi iba a ser el más sincero con ella, y que necesitaría asimilar todo lo que acababa de contarle, antes de darle su opinión.

Ire también se recostó en el sofá tapándose con su manta, en esa típica posición en la que te colocas cuando no quieres que nadie te moleste, esa posición en la que parece que los problemas no existen y que tu manta, como la de Harry Potter, es de invisibilidad y nadie puede verte.

Ambos estuvieron en silencio un buen rato, como si estar callados fuese la solución a todos sus problemas, Irene que después de todo lo ocurrido estaba derrotada, se acurruco y cerró los ojos buscando evadirse.

Santi la miraba desde su lado del sofá, mientras pensaba que no entendía muy bien que era aquel sentimiento que le estaba oprimiendo el pecho, ¿eran celos?, no, no podían ser celos el no veía a Irene de esa manera, ¿pero entonces porque se sentía así?.

Debería alegrarse porque Irene estuviese interesada en alguien, ella más que nadie se lo merecía, y después de todo lo que Irene le acababa de contar, sabía que sentía algo por el modernillo ese. Pero entonces eso que sentía, ¿porque era?  ¿por su egoísmo?, ¿porque no estaba preparado, a verla menos?, quizás le daba miedo no tenerla para él siempre que la necesitase, ¿Qué le pasaba?.

Tras pasarse los dedos por el pelo unas cuentas veces, Santi cogió animos y comenzó a hablar:

_ A ver Ire, que quieres que te diga, no me cae bien, hay algo en él que no me gusta,  se que crees que te lo digo porque nunca me gusta ningún chico para vosotras, pero no es por eso hay algo que me inquieta de él. Pero por otro lado, y por mucho que me toque las narices admitirlo,  los dos sabemos que nadie se toma tantas molestias para ser escuchado, sino tiene algún tipo de interés, un capullo cualquiera, pasaría se iría a su casa y intentaría llevarte a la cama otro día.

La explicación que te dio tiene su sentido, yo por mi parte prefiero que pases de él, pero por cómo has hablado creo que te interesa, no te precipites, yo me lo tomaría con calma, espera a que terminen los casting, y luego si sigues sintiendo lo mismo, dale una oportunidad.

_ De acuerdo pensaré en lo que me has dicho, pero tendrá que demostrarme algo más que interés para que me lo plantee.

_ Ire lo difícil que se lo pongas, ya es cosa tuya, mi niña, yo por mi como si le pides un diamante no me voy a oponer. Ya sabes que para mi ningún tío te merece.

_ Si claro, pretenderás que me quede sola para siempre.

_ Pues era una opción, una single como yo.

_ Un single dice, más bien un mujeriego, pero ya llegará doctor sobrado, ya llegará la mujer que trastoque tu mundo.

_ ¿ Por qué tener una,  cuando puedes tener mil jajaj?

_ Mira que eres sobrado, tu como el "parchis" comes una y cuentas veinte.

_ No bonita no,  no te equivoques, yo cuento veinte y como cien,  un caballero no habla de todas sus conquistas.

_ Dios cuando hablas así te estampaba la cabeza contra la pared, porque lo único que debes tener de cerebro es una piedra.

Santi se acerco a Irene y puso los dedos como las pinzas de los cangrejos,  mientras veía como Irene empezaba a ponerse nerviosa, Santi miro a Irene y empezó a reírse, mientras habría y cerraba las puntas de sus dedos en el aire, algo que solo podía significar una cosa ¡Cosquillassss!.

Diario de una Grosella.Where stories live. Discover now