Diario de una Grosella.

LA SINCERIDAD ESTÁ SOBREVALORADA

El mundo de Vico se desplomo en tan solo un segundo, tras oir la pregunta de Irene, nunca habría pensado que el ser sincera con Marcos al despedirse de él la iba a colocar en aquella situación, que la había cogido totalmente por sorpresa.

Un sudor frio empezó a recorrer la espalda de Vico y su cuerpo se paralizó, no supo como reaccionar, estaba demasiado cansada tanto anímica como físicamente como para poder enfrentarse a la verdad en aquel día horroroso, que parecía que nunca iba a terminarse.

Por lo tanto Vico hizo lo único que su cuerpo y su mente le permitieron hacer, rendirse, se rindió y dejo que todo aquel dolor y toda aquella presión que llevaba soportando sobre sus hombros desde el día que se dio cuenta que quería a Santi, brotasen desmesudaramente a través de dos únicas palabras.

_ Es Santi.

_ ¿ que dices Vico, que pasa con Santi?

_ tú me has preguntado que, qué es eso de que estoy enamorada de una persona que no es Marcos, con la que no puedo estar. Y yo te he contestado a tu pregunta. Esa persona es Santi.

Ahora la que no reaccionaba era Irene, lo que acababa de oír no era verdad, Vico se había equivocado, ¿Cómo iba a estar ella enamorada de Santi? Era imposible, si se odiaban, si siempre estaban discutiendo, ella siempre tenía que estar mediando entre ellos para que no se matasen. No su cabeza le había jugado una mala pasada y Vico había dicho otro nombre, o a lo mejor era otro Santi.

_ ¿ De que Santi estamos hablando Victoria?

_ De tu Santi, de doctor sobrado, del brother de tu hermano.

_ Pero tú que te has bebido, tú no puedes estar enamorada de Santi, si no lo soportas, si siempre que te digo de quedar los tres tú buscas lo que sea para no venir ...

Fue terminar de decir esa frase, y el puzzle de informaciones que tenía Irene hasta ese momento en la cabeza, encajó todas sus piezas de golpe, ahora lo entendía todo, Vico se comportaba así porque no soportaba estar cerca de él, pero no porque lo odiase, sino porque lo quería.

Toda aquella información era demasiado para poder gestionarla de una sola vez, Irene no sabía como sentirse, no entendía nada.

_ Desde cuando, cuando te diste cuenta.

_ No fue una fecha exacta Ire paso sin darme cuenta. Luche mucho contra mi misma diciéndome que no podía ser, pero no puedo evitarlo es lo que siento, no quiero hacerte daño diciéndote esto pero, no lo puedo evitar.

_ y no será simplemente una atracción física Vico, Santi es muy guapo, ¿no estarás confundiendo las cosas?.

_ No Ire lo quiero, lo siento pero es así.

Irene no sabía que pensar, no sabía si le molestaba o si simplemente esperaba que todo aquello fuese una pesadilla y que el despertador la sacaría de aquella situación en cualquier momento.

_ Bueno Vico no se que decirte, me ha pillado tan por sorpresa que no se que pensar, entiendo que en los sentimientos no se manda, surgen y lo único que puedes hacer es esperar a que el tiempo pase. Pero no puedo mentirte tampoco y decirte que no pasa nada, me molesta y mucho, sabes lo que siento por Santi, bueno o lo que sentía, no se, ahora mismo tengo un cacao monumental en la cabeza.

En ese momento Vico se debatía entre parar ahí su confesión o terminarla del todo, si finalmente se decidía a contarle toda la verdad a Ire, corría el riesgo de perderla para siempre. Pero no contárselo todo también era una falta de lealtad por su parte, que si por alguna extraña razón Irene acababa descubriendo lo que había ocurrido nunca la perdonaría.