SEGUNDO PLATO.

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Cuando Irene se subió al escenario las piernas le volvían a temblar como gelatina, nada más poner el pie en el último escalón noto que unos grandes brazos la levantaban y la envolvían en un cariñoso abrazo. Alberto el coprotagonista del musical, la levantaba en el aire como si fuese un simple saco de patatas mientras gritaba ¡ esto va a ser algo grande nena! ¡algo muy muy grande, hazme caso!.

Irene se dejó contagiar por la efusividad de Alberto y del resto del elenco que saltaban gritaban y se dejaban envolver por todos los aplausos y el cariño que el público les estaba ofreciendo en aquel momento. Todo parecía un sueño perfecto del que Irene no quería despertarse.

Finalmente el público se fue dispersando y los actores en el escenario comenzaron a hablar entre ellos, a presentarse, y a decir que había que ir a celebrarlo por todo lo alto. Fue entonces cuando Irene no pudo aguantarse más y comenzó a buscar a Víctor entre la gente, cuando por fin lo encontró, vio que estaba hablando con Marcos de manera acalorada. Parecía que estaban discutiendo.

Desde donde estaba Irene no podía entender lo que decían solo veía a Víctor bracear y a Marcos tratando de calmarlo. Entonces Irene intento colarse por el medio de la gente para poder estar más cerca y tratar de enterarse de lo que ocurría. Con todo el disimulo que pudo fue acercándose a la pareja de amigos hasta que llegó a un punto en el que comenzó a oír parte de la conversación.

-Que no Marcos, que yo no soy segundo plato de nadie, que ya pasé lo mío y me prometí a mí mismo que no iba a permitir que ninguna niñata de mierda se volviera a reír de mí.

_ Pero tío ha dicho que te quiere delante de todo el mundo, y tu llevas jodido un montón de días desde que no estás con ella, dale una oportunidad de explicarse, no te digo que la dejes volver como si nada, pero por lo menos podréis mantener una conversación como personas adultas, ¿o no?

_ Pero que explicación le voy a dejar que me dé, cuando yo ya se lo que ha pasado, está más que claro que como el chulo ese del amigo quiere estar con Vico que ella se ha sentido sola y ha dicho, pues ahora le digo al estúpido de Víctor que lo quiero, y volveré a tenerlo comiendo de mi mano, pues va a ser que no.

_ Pero mira que eres cabezón, que pasa tú nunca te equivocas, joder Víctor que andas como alma en pena desde que lo dejasteis habla con ella, y si lo que te dice no te convence, pues cierras página, y si no,  vuelves a ser feliz tío, que te lo mereces.

_ No voy a hacer el ridículo otra vez Marcos, lo siento pero no puedo.

Irene se quedó allí parada tratando de asimilar todo lo que había oído mientras veía a Víctor tratando de bajarse del escenario, algunos actores o profesores lo iban parando y le decían que tenían que ir a celebrarlo, pero él les contestaba a todos que estaba muy cansado que había sido un día muy largo y que se iba a casa, que ya los avisaría para empezar con los ensayos.

Irene se quedó observando a Víctor en la distancia hasta que lo vio salir del museo, Vico se le acercó y la abrazó desde atrás durante un buen rato.

_ Está dolido Ire tienes que darle su espacio, sabes cómo son los hombres de cabezones, ahora mismo aunque intentes hablar con él, no va a ceder, tienes que dejar que el tiempo pase y haber lo que pasa. En los ensayos lo tendrás que ver si o si, a lo mejor cuando la cosa se normalice vuelves a tener una oportunidad, ahora mismo lo único que puedes hacer es armarte de paciencia y esperar.

_ Lo se, le va a costar volver a creer en mis sentimientos hacia él, y no lo culpó. Tendré que intentar volver a ganármelo de nuevo poco a poco.

_ Venga vamos que están todos esperándote, vayamos a cenar algo, y a tratar de que te olvides un poco de todo esto.

Irene y vico se agarraron de ganchete y se dirigieron hacia aquel grupito de personas que las esperaban con los brazos abiertos, Santi, Fran, el padre de Irene y Sofía y como no su amada señora Pura.

Diario de una Grosella.Where stories live. Discover now