Diario de una Grosella.

SI VICO LLORA...

Cuando Irene entró por la puerta de su piso para adentro, lo primero que se encontró fue a un Fran con cara de poco amigos que la esperaba sentado en el sofá.

_ Te he hecho la cena, aunque no te la merezcas, rissotto de setas, como a ti te gusta, come antes de que se enfrie.

Irene se acerco a Fran y tras darle un dulce beso en la mejilla y susurrarle un gracias, se dirigió a su habitación para ponerse el pijama y cenar más cómodamente. Cuando ya casi había terminado, e iba a dirigirse al salón a cenar, oyó unos ruidos que le parecieron extraños.

Siguiendo el sonido se acercó a la puerta de la habitación de vico, y comprobó que los sonidos provenían de allí.

Llamo a la puerta y tras un adelante, casi susurrado,  se introdujo en la habitación. La cara de Vico era un poema,  tenia lo parpados hinchados y la cara roja, no hacía falta ser muy listo para ver que se había tirado un buen rato llorando.

Irene había estado pensando durante todo el día que podía haber pasado entre Vico y Marcos pero hasta que abrió la puerta y vio a Vico no entendió la gravedad de la situación. Ahí fue  cuando Ire se empezó a preocupar de verdad,  porque Vico nunca lloraba delante de ella. Era una promesa que se había echo a si misma sesde el día en el que murió la madre de Irene, y Irene lo sabía.

Aquel fatídico día entre lagrimas y abrazadas Vico le había dicho a su mejor amiga que nunca se iba a quedar a sola y que ella la protegería , Irene le dijo que era muy joven, que eran muy niñas  para poder protegerla y Vico le dijo, que voy a ser débil, a partir de ahora fíjate como nunca me veras llorar, eso es de blanditas, y yo soy fuerte como un roble, tu tranquila.

Desde aquel día en el que Vico le prometió a Irene que nunca lloraría, Vico había roto la promesa en contadas ocasiones pero siempre por razones muy justificadas. Cuando murió su abuelo, cuando terminó sus estudios, y con algún amor fallido, pero cuatro lagrimas contadas.

_ Vico mi niña ¿Qué te pasa? ¿has estado llorando?.

Vico al ver a Irene se incorporó rápidamente e intento sonreír.

_ Nada no me pasa nada, algo de alergia o igual se me metió algo en el ojo.

Irene se acerco a ella se sentó en el borde de la cama y le dio una abrazo de esos que cortan la respiración, Vico al notar aquel amor por parte de su amiga se derrumbó y no pudo hacer otra cosa que comenzar a llorar de nuevo.

¿Cómo podía haberlo hecho? La había traicionado a ella, a su hermana, a su mejor amiga, a su Ire, y ella nunca se lo perdonaría, ¿Cómo podía haber sido tan débil? Irene no le habría echo lo mismo a ella. Pero es que en el corazón no se manda y ella se había enamorado de Santi hasta perder el sentido. Pero nunca más volvería a ocurrir, sería fuerte y lo olvidaría no había otra solución.

Al darse cuenta de aquello Vico empezó a llorar todavía más fuerte, Irene que nunca la había visto así, empezó a sentirse desconcertada algo muy grave tenía que haber pasado para que Vico estuviese así. Y no podía ser por lo de Marcos no llevaban tanto tiempo saliendo como para que le afectase de aquella manera. ¿pero entonces que podía ser?.

_ Vico, me estás asustando un montón, intenta tranquilizarte y contarme lo que te pasa, porque si no me lo cuentas no podré ayudarte. Ya se que lo has dejado con Marcos, pero tú no te pondrías así solo por eso, venga Vico cuéntamelo.

Vico todavía abrazo más fuerte a Irene para no tener que mirarla a la cara, ¿cómo iba a mirarla a la cara después de lo que había hecho?. Aun si hubiese hablado con ella antes de que hubiese pasado nada, a lo mejor aun acababa entendiéndolo. Pero esta traición, no esto si que no se lo perdonaría.