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Connor:

Si algo he aprendido a lo largo de mi vida como criminal es que nunca hay que subestimar a nadie.

Y kendra fue el claro ejemplo de eso, el día que la conocí parecía un conejito asustado, no dejaba de llorar y note en su mirada que sus lágrimas no eran de dolor, eran las mismas lágrimas que yo bote cuando cruce el límite de lo bueno y lo malo. Tome su mano siendo su pilar y al mismo tiempo su creador, mismo creador que se ha sorprendido más de una vez de lo cruel que puede llegar a ser su creación.

Tanto así, que cree lazos entre nosotros para poder dominarla un poco más, sabía que kendra tiene una debilidad como la tenemos todos y la de ella es no herir a los que ama. Su amor por mi, la llevo a cometer estupideces y tambien a defenderme hasta la muerte, quiero recalcar que no soy tan hijo de puta como para no haber sentido nada por ella, por supuesto que también me enamore y la defendí hasta donde pude, pero no se puede defender a alguien si estas muerto.

Creí que ella mi hermosa creación, mi exquisito monstruo, me entendería mejor que nadie pero cuando regrese no había rastro de kendra, porque está había desparecido sin más. Años buscándola con la esperanza de recuperar las cosas, que volviera a mi lado como mi mujer, la ama y señora de todo. Pero resulta que cuando la encuentro tiene una relación con ese imbécil que pretende alejarme de ella, como dije la debilidad de kendra es el amor.

El amor que cree sentir por ese hombre la hace alejarse de mi, ahora soy el malo de la historia como si ella fuera una santa paloma, Kendra Reed tiene más muertos de los que puedo contar y pretende tapar el sol con un dedo, ese hombre jamás la va a entender como yo, no la cuidará como yo, el jamás entenderá los demonios que la acompañan.

Por eso tengo que quitarlo del camino.

Si no eres para mí, tampoco serás para ese grandísimo hijo de puta.

Paso las manos por mi rostro viendo como las llamas arrasan con lo que en su momento fue uno de mis mejores laboratorio de coca, bien dicen que el alumno supera al maestro.

Le enseñe demasiado bien.

Si te dan un golpe, devuélvelo el doble.

_ Señor tenemos que irnos, la policía viene en camino.

Afirmo, para caminar detrás de uno de mis soldados, la camioneta negra aparece frente a mí, este me abre la puerta trasera para entrar rápidamente y arrancar el auto a una velocidad impresionante. Sonrio al recordar el mensaje que le hice llegar, muerdo mi labio inferior imaginando su cara de pánico mezclada con ira, solo Dios sabe lo que daría por tenerla conmigo y someterla a mí. Recordarle quien manda y que me diga que me extraña, que me ama y que no puede vivir sin mi.

Paso mi mano por mis labios al imaginarme lo delicioso que será pasarlos por los hermosos lunares que decoran su cuerpo, kendra Reed es la droga más adictiva para mi, es tímida ante la gente pero perversa a escondidas, es calmada ante las personas pero despiadada en secreto. El lo prohibido mezclado con lo placentero, es lo que le hace falta a mi vida para ser perfecta y la voy a obtener cueste lo que me cueste.

_ Llévame al departamento de kendra.

Mi soldado obedece mi orden y llegamos, pero como lo tenia previsto esta no esta. Ordeno que me consigan su nueva dirección y en menos de lo pensado el auto estaciona en un edificio de gente adinerada, me imagino que debe de pertenecerle al imbécil que pretende quitármela. Me bajo de el auto y me adentro al edificio, el guardia pretende detenerme pero lo empujo hasta hacerlo caer y uno de mis hombre lo toma por los hombros para hacerlo callar de una puñalada certera.

El ascensor cierra y el sonido de este me indica que estamos subiendo, al abrir sus puertas el número del departamento en donde se hospeda kendra aparece frente a mi, toco el timbre y bailo mientas espero que me abran, yo se que esta sola con su mamá, por eso bailo porque se que voy a poder tener un momento a solas con ella.

Insegura (#1 De La Bilogía Emocional)Where stories live. Discover now