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Muerte.

Esa palabra a la que todo el mundo le huye y con la cual solo pocas personas saben lidiar.

Debo admitir que jamás le e tenido miedo a la muerte, es una de las cosas que más seguras tenemos en esta vida. Y al contrario de muchas personas, en el trayecto de mi corta vida la e estado esperado con ansias.

Como a una vieja amiga.

Bebo un sorbo de mi café y observo a los presentes, algunos se encuentran llorando mientras otros cuchichean sacando sus propias versiones de lo que realmente paso. Mientras yo solo sigo disfrutando de mi café recordando las palabras que una vez me dijo mi abuela:

No hay nada más rico, que un café de velorio.

Vuelvo a dirigir mi mirada hacia la puerta esperando ver a James a través de esta, pero eso no a sido posible. Según lo que me dijo Sam el junto a su familia están esperando que les entreguen el cuerpo de Emilia.

Emilia.

Según lo que me contó él anteriormente nombrado, la encontraron anoche en su auto estacionado en uno de los semáforos más transitados de la ciudad. Se dice que se encontraba como si estuviera durmiendo así que cuando un oficial se le acerco para pedirle que por favor circulara porque estaba obstruyendo el paso, pudo notar las visibles marcas de tortura en el cuerpo de la castaña, pero lo que más llamo la atención de el oficial fueron las dos monedas de plata que se encontraban en sus ojos, pues para nadie es un secreto que esa es la firma de una de las pandillas más peligrosas de la ciudad.

La pandilla de judas.

Quienes se habían mantenido apartados de el ojo policíal durante mucho tiempo y sorprendió a todos por ser los causantes de la muerte de una de las modelos más reconocidas de este país. Pero por la boca de todos los presentes, el motivo de la muerte de emilia no fue debido a la tortura que le suministraron antes de morir, sino debido a tres puñaladas contundentes en la parte baja del abdomen, que causaron que esta muriera desangrada.

Pobre, perra.

_ Sabes todavía no entiendo que tenía que ver Emilia con esa gente.

_ Caras vemos, corazones no sabemos.

Soy el vivo ejemplo de eso.

Llevo mi mano hasta su cabello debido a que este se encuentra recostado de mi hombro y comienzo hacerle mimos en este cuando las puertas se abren de par en par dejando ver a cuatro hombres que traen cargado el ataúd en donde viene el cuerpo sin vida de emilia.

Detrás de estos entran los padres de la teñida, junto con James quien trae abrazada a la madre de emilia pues está se encuentra hecha un mar de lágrimas y no puede mantenerse en pie y no es para menos, pues quien está muerta en el cajón es su única hija, un poco más atrás de este par vienen los padres de james, quienes pasan al frente de nosotros y cuando trato de decir algo, las palabras quedan atoradas en mi garganta debido a que estos pasan sin dirigirme una mirada.

Bebo el último sorbo de café que me queda, y aplasto el vaso, tratando de calmar un poco el coraje que me ocasiono ser ignorada por él.

_ Ye regreso, necesito un poco de aire.

Sam rompe el contacto de nuestros cuerpos y me pongo de pie con ayuda de las muletas para dirigirme hasta la salida. Al llegar afuera algunas personas vienen llegando con coronas de flores, así que abro paso para luego continuar con mi camino. Mi móvil vibra en el bolsillo trasero de mi pantalón, y me detengo para poder sacar el móvil y leer el mensaje:

Numero privado:

Lo que bien se aprende jamás se olvida. Por eso eres y siempre serás mi monstruo favorito.

Insegura (#1 De La Bilogía Emocional)Where stories live. Discover now