Insegura (#1 De La Bilogía Emocional)

-23-

El auto estaciona al frente de uno de los edificios menos habitados de toda la ciudad. Estiro mi mano para pagarle al taxista y abro la puerta para bajarme rápidamente recibiendo el sol de el amanecer, mi mirada se dirige hacia todos lados cerciorandome de que alguien no me haya seguido pero a simple vista no alcanzo a ver nada extraño. Enfoco mi mirada de nuevo en el edificio frente a mi y doy unos pasos para adentrarme a este.

Segundo piso, apartamento 305.

Salgo del ascensor y la puerta esta justo frente a mi. Unos pasos fueron suficientes para estar de pie frente a la puerta, levanto la mano para tocar el timbre pero la vuelvo a bajar y en cambio pego mi cabeza de la puerta para tratar de alivianar el peso de mis pensamientos.

Tengo miedo.

El miedo es de cobardes.

No quiero que se aleje.

Si te quiere no se ira.

Soy una asesina.

El tampoco es un santo.

Comienzo a tener una pequeña discusión en mis pensamientos, hasta que mi móvil suena. Lo saco del bolsillo trasero de mi pantalón y enciendo la pantalla para leer el mensaje.

Yoshua: Quieres que te abra. O vas a seguir lamentándote en la puerta.

Levanto mi mano y le enseñó el dedo corazón como respuesta y a cambio la puerta se abre de golpe, lo que hace que mis reflejos se activen para no caer de boca al piso.

_ Imbécil.

Mi voz resuena por toda el departamento obteniendo dos respuestas, la risa de Yoshua por algún lado de este y unos pasos apresurados a través del pasillo. Mismo por donde la figura de Sam aparece dejándome ver una expresión de alivio, camino a paso rápido hacia él y lo abrazo hundiendo mi cabeza en su pecho, aspirando su olor y grabandomelo porque después de que le cuente la verdad, quizas este no quiera volver a verme. Un beso en el centro de mi cabeza me hace salir del trance sentimental en el que entre y me separo un poco para poder ver su rostro con claridad.

_ Estas bien?

Las palabras abandonan mis labios aún sabiendo que esta en perfectas condiciones pero no me refiero solo a lo físico sino también a su estabilidad emocional.

_ Ahora si, porque estas conmigo.

Voy a responder cuando unos pasos me hacen separar de Sam para observar a Yoshua quien trae un cigarrillo en los labios el cual lo toma con sus dedos para dejar salir el humo lentamente mientras sigue caminando en mi dirección.

_ Y bien?

Les indicó a mis dos acompañantes que se sienten en el sofá y estos me obedecen rápidamente.

_ Yoshua quiero contarle absolutamente toda la verdad a Sam.- este niega con la cabeza.- Y te necesito para eso.

_ Estas segura?

Giro para observar a sam y bien se que podria perderlo pero en estos momentos de presión, o lo juego todo o no hago nada. Y luego de todo lo que pase, me acostumbre a no dejar que las cosas que deseo se me escapen sin haber peleado por ellas.

_ Toda.- sentenció.- Sam tienes que prometerme que me escucharas hasta el final.

_ Lo prometo.

Me dirijo frente a él y me siento en el piso para mirarlo a los ojos al tiempo que pasó mi mano por mi cabello mientras suelto un suspiro.

_ Hace algunos años mis padres y yo nós mudamos a un pueblo no muy lejos de aquí. La verdad es que yo era la menos emocionada con esa idea, me consideraba una mujer de ciudad y aún lo sigo haciendo, mi llegada a ese pueblo no me trajo más que problemas y lágrimas. Los estudiantes de la preparatoria a la que yo asistia me tomaron como el nuevo conejillo de indias y me hacían cualquier tipo de barbaridad que puedas pensar.- aprieto mis puños recordando esos momentos y por eso es que no siento ningún tipo de remordimiento.- siempre e sido muy insegura por lo cual sus acciones alimentaron mis inseguridades al punto de volverme solitaria y callada, llegar lastimada todas las tardes a mi casa se había vuelto rutina, pero fue en una de esas tantas tardes que la gota derramo el vaso pues ese día me habían herido al punto de que mi rostro tenía sangre en algunas partes. Mi padre al ver mi condición exploto simplemente no aguanto más y esa misma noche decidió que el tomaria la justicia por sus manos.