Insegura (#1 De La Bilogía Emocional)

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Yoshua pov's:

Arde como el infierno.

Pero se disfruta como un pecado placentero.

El solo hecho de recordar la causa de las heridas en mi rostro me hace dibujar una sonrisa en este. Que es eliminada al momento en que el algodón humedecido con alcohol hace contacto con mi herida, estiro mi mano para tomar la caja de cigarrilos que descansa encima de la mesa para luego sacar uno seguido del encendedor para llevarlo a mis labios y darle candela, una nube de humo abandona mis labios en un movimiento lento, eso me hace recordar el momento exacto en que el pequeño entretenimiento de kendra me arrebato el cigarrillo de los labios para fumarselo a grandes caladas. Jamás imagine que el pequeño juguete humano de kendra fumara, ni mucho menos que me devolvería el golpe, eso si me dejo impresionado, dejo salir otro poco de humo y vuelvo a sonreír.

Mi mente viaja al momento exacto en que me pidió que lo enseñará ha defenderse, esa petición jamás la espere. No soy el alma más caritativa del mundo, pero cedí a mostrarle como atacar en el momento que sea necesario, porque kendra inicio una guerra que no terminará hasta que uno este muerto y eso ambos lados lo saben, pero para que eso ocurra hay que derramar sangre y los inocentes siempre son los primeros en morir, por eso decidí hacer mi buen acto para que cuando muera en mi lápida diga:

Que hasta el alma más oscura también tiene algo de luz.

Lanzo la colilla del cigarrillo en el cesto de basura para comenzar a guardar las cosas que utilice para curarme las heridas, unos pasos me hacen levantar la mirada sin necesidad de subir la cabeza y veo la silueta de connor quitar la mesa para poner la silla frente a mi y sentarse para detallarme el rostro.

_ Te dejaron hecho mierda.

_ Nos dejamos hecho mierda mutuamente.

_ Por eso eres mi soldado favorito.

Soldado.

Malparido seas.

Dibujo una de esas sonrisas que das cuando algo no te gusta pero quieres disimular que sí, me pongo de pie para irme cuando una mano me toma por la muñeca y me detiene haciendo que mi mano libre se cierre en un puño.

_ Quedo vivo?

_ Tu me pediste que solo lo golpeará. Asi que sí, quedo vivo.

El afirma y suelta mi mano para continuar con mi camino hacia el interior del lugar donde nós estamos quedando momentáneamente. En algún momento de mi vida me gusto esto, el andar de lugar para otro, el matar, extorsionar, secuestrar por diversión. Sin embargo, llega un momento en el que te preguntas que es lo que estás haciendo con tu vida. Y la realidad te golpea con una fuerza mucho mayor a la mentira en la que estuviste viviendo y caes en cuenta que:

No tienes nada.

Nada que puedas llamar tuyo.

No tengo hogar, no tengo familia, no soy feliz y no dejo ser feliz a las personas. Soy un despojo de ser humano, que no ha hecho más nada que hacer daño.

_ Que onda, cabrera?

La mano de uno de mis compañeros de matanza aparece frente a mi y estiro la mía para tomarla y darle un apretón de esos que llaman.

Apretones de macho.

_ Bien, y tu como va el negocio?

Negocio.

Drogas.

Desde el momento en el que connor comenzó a distribuir droga a nivel estadal los enemigos incrementaron a una velocidad impresionante, a tal nivel que no podíamos salir solos. Pero yo nunca e necesitado guardaespaldas, siempre e sabido defenderme solo, no se llama egocentrismo se llama desconfianza.