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Bristol, Nueva Inglaterra

13 de Septiembre, 2019

Caminaron entre varias tumbas sin decir nada. Victorie le había pedido a Daphne que la acompañara a Bristol sin decir a qué o a dónde.

Cuando Daphne vio que iban al cementerio prefiero no decir nada, y no quiso preguntarle a Victorie porque había comprado cigarros en vez de flores.

Era un cementerio bastante feo, cabe decir, las lápidas estaban sucias, y parecían no tener un orden de columna o fila, estaba en todas dirección, casi unas sobre otra, y a penas se les distinguía el nombre a la mayoría, además de que había flores marchitas por todos lados.

—Cuando era niña solía venir a jugar aquí con mi hermano —le comentó la morena mientras esquivaban restos tumbas viejas que de apoco eran consumidas por la tierra pasando a ser parte del camino.

—Algo tétrico, ¿no crees? —le respondió Daphne con una sonrisa ladeada.

—Tal vez.

Victorie se detuvo un par de metros después, frente a un tumba:

Winona Evangeline Spinster

23 de octubre, 1981 — 8 de Septiembre, 2019

R.I.P

—Está es. Aquí se está pudriendo el cuerpo de mi mamá.

Daphne no comentó nada.

Victorie se sentó al frente de la lápida, sobre una tumba vieja y polvorienta, Daphne la imito y se sentó a su lado. La morena sacó su cajetilla de cigarros de su chaqueta de cuero, prendió uno y le ofreció otro a Daphne, pero ella se negó con un movimiento de mano.

—Fue una mala madre, Daphne —le dijo después de darle la primera calada al cigarro —. Me dolió su muerte porque sigue siendo la mujer que me parió y con la que viví diecinueve años. No puedo simplemente odiarla, porque es mi mamá, la odio y la amo al mismo tiempo... —Victorie hizo una pausa —. Eres la persona en la que más confío, y te tengo mucha estima, creo que me encariñe mucho de ti porque nunca antes había tenido una amiga así. Creí que sería mejor que te contara porque desprecio tanto a esta mujer en su propia tumba, para que se retuerza en el infierno.

Daphne nuevamente no dijo nada. Le alegraba que Victorie le tuviera cariño suficiente como para abrirse ante ella.

—Mi madre conoció a mi papá en la escuela. A los dieciséis se fugaron juntos y llegaron a la casa en la que viví hasta que fui seleccionada para la Academia. Ese mismo año, aún teniendo dieciséis, mi madre se embarazó de Timmy —comenzó mirando a la tumba —. Dos años después, cuando el dinero era justo y ambos tenían trabajos mediocres, nací yo, Victorie Phoenix Black —lo dijo con disgusto, como si creyera que era un error —. Vivimos una buena vida por unos años. A veces tenían diferencias como cualquier pareja, y otras veces se emborrachaban y Timmy tenía que cuidarme, y algunas otras desaparecían por días. Con el tiempo cada vez peleaban más, papá comenzó a dejar de llegar a casa, por semanas. Se separaron cuando tenía ocho años y Timmy estaba por cumplir diez. Papá tenía otra familia, con una mujer más joven y con hijos más lindos y adorables. Otro montón de bastardos —lo dijo con desdén, Daphne diferenciar dolor entre el odio —. No los conozco, ni yo ni Timmy tuvimos intención de conocerlos nunca.

Se quedó en silencio un momento, Daphne la escuchó tragar saliva. Sabía que en el fondo, a Victorie su pasado le afectaba más de lo que ella decía, porque en el fondo ella no era tan fuerte como aparentaba, ni era tan segura.

El peso de la corona [✔️]Where stories live. Discover now