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Los chicos siguieron teorizando respecto a los posibles autores del crimen que le arrebató la vida al Rey Charles, habían muchas ideas al respecto, pero siempre diferían en opiniones por lo que no llegaron a una conclusión certera, pero seguían trabajando en ello casi a diario.

Louis seguía rogándole a su abuelo que aplazara el compromiso y este seguía negándose a la petición de su nieto. El chico nunca había sido bueno para dar órdenes ni exigir cosas, aun si se tratara del Príncipe heredero, y ahora eso le jugaba en contra, pues no encontraba las agallas de tomar el control de su vida y decirle a todos que no iba a casarse con la Marquesa de Bristol.

Daphne tenía sentimientos encontrados, por un lado se sentía feliz pues Lavander la había llamado feliz diciéndole que Alexander estaba progresando muy bien con la quimioterapia, y que estaba ansiosa de verla para que pudiera comprobarlo con sus propios ojos, y por otro se sentía desdicha ya que Louis aun no conseguía cancelar su matrimonio, y a diario tenía que ver en las revistas de farándula, en las noticias de la televisión y en los periódicos como el mundo entero adoraba a la Marquesa de Bristol.

Los preparativos de la boda iban viento en popa. Un diseñador muy prestigioso ya estaba trabajando en el vestido de novia para Irene. Las revistas hablaban del anillo de compromiso que llevaba la futura Reina y de qué peinado usaría esta el día del matrimonio.

Las invitaciones habían sido enviadas a todo el mundo con fecha al 3 de agosto del presente año. La invitación fueron dadas a los chicos de la Academia por Miss Evans, durante una cena, y a penas esta concluyó Daphne corrió a su cuarto y rompió la tarjeta a la mitad mientras retenía sus lágrimas. Estaba harta de esa situación, de escuchar a todos diciendo que lo suyo con Louis nunca sería real, de que Louis no consiguiera disolver el acuerdo, de que el mundo entero adorara a Irene, de estar tan enamorada.

La Casa Real de Hannowoor-Dankworth, Cambridge, Nueva Inglaterra
2 de Julio, 2019

—Ha llegado una carta para usted —le informó Josh Ajax a Louis mientras le ofrecía un sobre amarillento sellado con cera roja— . Dicen que es de suma urgencia que la lea.

Louis ya había comenzado con su labores de Rey, luego de tener unas clases nada gratas con su abuelo sobre qué cosas hacía un buen monarca cuando no estaba de cara a las cámaras; y eso era simplemente firmar un montón de papeles y hablar con hombres del parlamento.

A pesar de que ya había comenzado con las labores que requería su nuevo título aún no se sentía como el Rey de Nueva Inglaterra, y no creía que se sintiese como tal hasta estar coronado.

El chico tomó la carta y la abrió sin cuestionarse mucho de que podría tratarse.

Hospital San Bernard, 29 de Junio, 2019

Rey Louis.

Espero que su majestad se encuentre en el más perfecto estado de salud, también le doy mi más sentido pésame por la pérdida de su padre el Rey Charles, además de darle mi más sincera enhorabuena respecto a su compromiso con la marquesina Irene de Bristol.

De seguro se extrañará de recibir esta carta, y de mi insistencia en que esta sea entregada a usted, entonces, sin más rodeos, me dispongo a ir al grano. Como bien sabrá usted, su tío abuelo, el Príncipe George, se casó a los veintitrés años con la enfermera Olive Walsh, a quien conoció mientras prestaba servicio en ayudar a los huérfanos de la guerra que hace poco tiempo ha culminado. Se preguntará usted seguramente porque le estoy recordando todo esto, y he aquí la respuesta; tras su matrimonio ambos intentaron tener hijos sin logro alguno, puesto que tiempo después, cuando ambos se realizaron exámenes médicos, se descubrió que Lady Olive era infértil, y aquí le revelaré el motivo de mi carta y también información que usted y toda su familia desconoce, y espero que lea toda la carta antes de que piense que lo que escribiré a continuación es una mentira.

El peso de la corona [✔️]Where stories live. Discover now