El peso de la corona [✔️]

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La Academia, Cambridge, Nueva Inglaterra
15 de enero, 2019

—Ha llegado una invitación —anunció Miss Evans luego de la cena, todos esperaron en silencio que revelara de qué se trataba esta —. La Familia Real, más específicamente el Rey Charles y Lady Katherine, nos han invitado a ver la función del Ballet Real que se presentará el viernes por la noche en el teatro Opera House, en Londres. Los diseñadores que se encargaron de sus vestuarios para el Baile Real que se realizó en honor del cumpleaños de la Princesa Athena ya están trabajando en sus trajes de gala para la velada.

Nadie se mostró maravillado ante la noticia, pero tampoco les desagrado. Era una nueva experiencia, que esperaban no fuera tan aburrida como para pasar el bochorno de quedarse dormidos en el teatro, como les solía pasar cuando Miss Evans les leía en la biblioteca.

—¿Y qué obra presentarán? —quiso saber Hugo, con su típico tono elocuente y formal.

—Romeo y Julieta —respondió la mujer.

—Que anticuado —murmuró Victorie —. ¿Qué tiene de especial pasar dos horas sentados viendo algo que ya sabemos como termina? Además, Julieta tenía trece años y Romeo diecisiete, y su romance solo duró una semana. Es ridículo.

—Bueno, cuando mueras pregúntale a Shakespeare porque una obra tan ridícula es conocida hasta el día de hoy. Quizás usó brujería —respondió Adhara con sarcasmo —. Si fue eso sería muy razonable el porque no te encanta, la brujería no funciona con las brujas.

—Por favor, no discutan —rogó Miss Evans. Para ese punto la mujer prefería no intervenir porque solo salía con un dolor de cabeza.

( . . . )

La Academia, Cambridge, Nueva Inglaterra
17 de Enero, 2019

—¿Has ido a ver un espectáculo de ballet antes? —preguntó Louis recostado en el sofá del salón secreto, con su cabeza sobre las piernas de ella. Daphne le acariciaba el cabello mientras hablaban en susurro.

Había decidido encontrarse por la madrugada para verse, pues el frío clima no les permitía verse en el jardín, y ambos, más Louis que Daphne, deseaban pasar más tiempo juntos para compensa esas dos semanas sin poder verse y casi no poder hablar, más que nada por las responsabilidades que las épocas Navideñas le traían a Louis; él y Charlotte tuvieron que visitar asilos de ancianos, orfanatos, refugios e ir a eventos organizados por aristócratas y otros miembros de la nobleza.

—No. Y estoy muy emocionada por verlo. Siempre he sido una gran admiradora del ballet, solía verlo en internet a veces, pero no he tenido la oportunidad de verlo en vivo —respondió ella.

Louis la miró con sus brillantes ojos azules sin levantarse. Se relajaba mucho ante el suave tacto de los dedos de Daphne acariciar su cuero cabelludo. Daphne, pese a la gran cercanía que tenían, y a que Louis siempre la dejaba sin aliento, aun no podía sostenerle la mirada, siempre se sonrojaba cuando él la miraba fijamente.

—Te va a encantar, estoy seguro. Es una experiencia totalmente diferente verlo en vivo, se eriza la piel ante el arte que hacen los bailarines en el escenario —le contó él recordando los múltiples espectáculos que había visto a lo largo de su vida  —. Es mi labor Real favorita, debo ir al teatro al menos cuatro veces al año.  

Daphne le sonrió.

—¿Has leído Romeo y Julieta? —le preguntó ella.

—Si, aunque no es de mis favoritos —contó —. Me gusta mucho la historia, pero la lectura se hace complicada por la manera en la que está escrita, no puedo conectar totalmente con los personajes.