30 Familia disfuncional

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Era otro día normal en la residencia Pierre, a decir verdad, estaba todo un poco aburrido, hasta donde me dijo Zoila todos salieron a un evento, ya saben la alta clase de Nueva York, a veces me gustaría ir a uno y dejar de creer que es como en la película de donde están las rubias.

Ya hice todos los que aceres que me correspondían y aun me seguía sobrando tiempo, tomo mi teléfono y decido marcarles a mis padres para saber cómo se encontraba, hacía mucho que no hablaba con ellos, me ubico en un lugar donde no vean en donde me encuentro para que no sospechen que trabajo en una casa de ricos siendo una sirvienta o como ellos prefieran llamarle, ya saben que ellos se empeñaron en que solo estudiara y eso hago, solo que los ayudo de una forma indirecta, todo el dinero que me han enviado los he guardado para darles una sorpresa ya que pronto se aproxima navidad.

Los extrañaba muchísimo, aunque muchas veces no lo demostrara, extraño todas las comidas de mi madre y me arrepiento de decir "No quiero sopa, hace mucho calor" y ahora necesito de su caldito para entrar en una hipotermia.

- ¡Hola mamá! – la saludo cuando veo su rostro a través del teléfono.

- Hola mi amor ¿Cómo estás? – una gran sonrisa ilumina su rostro.

- Bien mami ¿y tú? ¿Cómo este papá?

- Estamos bien hija, ahora estamos encasa de tu abuelita Xenia. – levanta su teléfono al aire dejando ver a mi abuela materna.

- ¡Hola abuelita! – la saludo moviendo la mano en frente de la cámara.

- Mija te noto diferente. – mi abuela acomoda sus lentes y se acerca a la pantalla.

- Me corte el cabello. – les muestro por donde lo deje.

- ¡Te quedo hermoso! – mi madre se impresiona. - ¿Cuándo lo hiciste?

- Hace unas semanas, Joey casi no me deja entrar a nuestro departamento porque creía que era otra persona.

- Ahí está pintado ese muchacho. – niega con su cabeza. - ¿Cómo esta él?

- Está bien, un poco cansado por el trabajo.

- Me imagino, pero afortunadamente se tienen entre ustedes para apoyarse.

- Así es mamá, hace poco estábamos hablando para mudarnos de edificio porque no cabemos en el que estamos y ya es momento de que cada uno tenga su espacio.

- ¿necesitas más dinero?

- No mamá, no les estoy pidiendo más dinero, solo te informo que pronto dejare ese edificio y nos mudaremos a otro.

Seguimos hablando durante otros minutos más, incluso hable con mi abuela y varios primos que llegaron después, pero pronto tuve que colgar cuando escuche llegar a mis jefes, guardo mi teléfono y salgo a la cocina para estar junto con Zoila y Rosa. El silencio que había en el lugar fue perturbado por varios gritos.

- ¡Te lo advertí Michel! – esa era la voz de Jonathan.

- ¡¿Acaso crees que soy como Dalton que sigue todo lo que dices?! ¡Ya estoy harto de ti y de todo este circo que montas!

- ¡Y a basta ustedes dos! – era Merdith. – en esta casa no se puede vivir en paz una sola vez en el día, ¿alguien tiene algo más que decir?

- Si. – Era Katherine. – yo me iré de casa porque tampoco aguanto esta situación.

- Ya lo veía venir. – comenta Zoila. – esos chicos aquí sufren mucho.

No me llamo FeaWhere stories live. Discover now