No me llamo Fea

18 ¿salimos?

- ¿crees que me puedes conseguir una cita con Eva? – pregunta Joey mientras caminamos a nuestras respectivas funciones.

- Podría hacerlo, pero te dije que no quiero verme involucrada en peleas y celos. Porque te recuerdo, te conozco como la palma de mi mano y no es que seas el hombre más fiel del mundo.

- Yo he cambiado. – responde en un bufido.

- En 6 meses, no lo creo. – le digo incrédula.

Gracias a Joey he presenciado las miles de facetas que presenta una mujer cuando su hombre les está siendo infiel, es como ver National Geographic, incluso llego hacer la narración de toda la escena. Era espectacular ver como golpeaban a Joey después de ser dejadas. Pero Eva era una chica dulce, que no sabe en donde se está metiendo, si ella se acerca con el fin de tener una relación con Joey no la detendré, porque primero fue lunes que martes, pero si le daría un par de recomendaciones.

- Está bien, no me ayudes, lo hare yo solo, pero después no te quiero ver en el medio de las discusiones mientras comes palomitas de maíz mental mente.

Carcajeo, aquella confesión era real, incluso se sentía como estar dentro de una serie de los noventas con las risas del público de fondo.

- No te esponjes, sabes que te quiero con todo mi corazón, pero es que eres un infiel de mierda.

- Me hubiera quedado en China si hubiera sabido que me iban a maltratar.

- No seas un llorón, solo acepta que eres un hombre que anhela tener muchos corazones. – respondo sin más.

- Te confesare algo que te volara la cabeza. – habla como niño pequeño acabando de cometer una travesura.

- ¿Qué hiciste Joseph? – detengo el paso para cruzarme de brazos. Ya nos encontrábamos en frente de la universidad y pude sentir como varias miradas se posaron sobre nosotros.

- ¿recuerdas que te dije que Salí con una argentina? – asiento con la cabeza. – ella y yo éramos muy parecidos y una vez decidimos ir a un lugar que suelen frecuentar los Swinger.

- ¿Qué carajos es eso? – arrugo mi nariz en señal de confusión.

- Los Swinger son parejas que le gusta compartir a sus parejas con otros. – jadeo impresionada por tal confesión. – fue una gran experiencia, te la recomiendo.

- Sabes, el día que consiga una pareja no la compartiría con nadie, tu más que nadie sabe que se me dificulta conseguir una pareja.

- Tu solo tómalo como un dos por uno. – levanta sus hombros sin darle importancia.

- Mejor vete a trabajar, yo tengo clases pronto. – golpeo su hombro.

- Nos vemos en casa. – Joey se aleja y yo entro a la universidad.

Yo definitivamente tenía un mejor amigo bastante peculiar, el cual se salía por completo del molde, pero no soy nadie para juzgar lo que él hace o deja de hacer, de igual manera seguirá siendo mi mejor amigo y eso nadie lo cambiará.

Camino por los pasillos de la universidad con mis pensamientos a flor de piel, desde muy temprano por la mañana me sentía triste, de inmediato tome mi teléfono y busque en mi calendario menstrual y dentro de dos días estaba previsto que me bajara el periodo, y eso explicaba por la sensación de tristeza. El punto es que extrañaba a mis padres, este año iba a pasar un navidad y año nuevo sin ellos, lo más probable es que lloraría hasta quedarme dormida durante esas festividades ya que no había la posibilidad de regresar a casa ya que los viajes no estaban tan baratos que digamos.

Llego hasta el salón y entro en busca las dos únicas personas que están a mi alrededor durante las clases, las ubico hablando en dos primeras filas del auditorio, como un costal de papa me dejo caer al lado de Viola.