No me llamo Fea

16 Joey Vs Derek

Ya somos un 1k de lecturas, gracias por todo el apoyo MUCHOS BESOS Y ABRAZOS XOXO

RACHEL.

Mi vida con Joey ha sido un completo relajo, comíamos comida rápida casi todas las noches, nos acostábamos tarde hablando pendejadas y ni hablar de las peleas por el baño, ya que los dos siempre nos levantábamos a la misma hora, el para ir a su trabajo y yo para ir a la universidad, también estábamos pensando en conseguir un nuevo departamento para cuando termine el semestre, ya que el contrato que firme era por cuatro meses, dormir era toda una osadía, debíamos dormir casi que uno encima del otro y a mí no me incomodaba dormir con Joey, ya lo había hecho con anterioridad y no sucedió absolutamente nada.

Ahora nos encontrábamos en el metro directo a nuestras respectivas actividades, para el chico fue un alivio que la misma ruta que yo tomaba, era la que necesitaba para llegar al trabajo y para nuestra buena suerte la empresa quedaba cuatro cuadras más delante de la universidad, nos bajamos juntos y el baja sus cuatro cuadras al trabajo.

- ¿almorzamos juntos? - pregunta Joey con su cabeza recostada en mi hombro.

- Me parece bien, así te poder presentarte a las chicas. – el de inmediato levanta su cabeza como si de un manjar se hablara, pero no lo dejare. – ni se te ocurra Joseph, no quiero estar del lado de nadie ni mucho hacerte tapadera.

- Eres una aguafiestas. – vuelve a recostar su cabeza en mi hombro. – está bien, solo las conoceré como amigas y no me interesare en ellas, pero ¿Qué sucede si una se interesa en mí?

- Te harás el imposible para que así se olviden de ti rápidamente.

El metro se detiene y de inmediato varias personas se levantan de sus asientos para salir, incluyéndonos.

- ¿en qué restaurante almorzaremos? - pregunta Joey mientras nos dirigimos a las escaleras.

- Yo te llamo, les preguntare a las chicas por un restaurante que no esté lejos de tu trabajo para que no te pierdas. – subimos las escaleras.

- Ya conozco más o menos toda la cuadra, quiero aventurarme a más. – responde con valentía.

- Tu solamente ten tu teléfono encima y listo, puedo llamar en cualquier momento del medio día.

- Como digas jefa. - hace el saludo militar. Sonrió negando con la cabeza. - ¿llegaras a casa temprano?

- Claro, hoy es viernes y el cuerpo lo sabe. – hago un pequeño baile.

- No hagas eso mujer, me avergüenzas. - tapa mitad de su rostro con la mano y gira su rostro para no verme.

- Serás idiota, yo sé que me amas con todo y locura. – vocifero con aires de grandeza, pero era real, él y yo juramos querernos con todas nuestras locuras y defectos.

- Tienes razón. – sonríe y pasa su brazo mis hombros.

- ¿crees que le caerás bien a las chicas? - pregunto mientras seguíamos caminando.

- La verdadera pregunta es ¿Por qué no? Soy divertido, atento, bromista, todo lo que es ser un buen amigo.

- Solo espero que todo salga bien. – diviso mi universidad y todos sus estudiantes alrededor. – hasta aquí llego yo. – me deshago del brazo de Joey. – recuerda nuestro almuerzo.

- Si, si, si, estaré al pendiente de mi teléfono, ahora ya vete. – señala la universidad en frente de nosotros.

- Claro, échame. – me pongo en marcha. - ¡Pero me amas! - grito llamando la atención de algunos en la calle. Llego a la entrada de la universidad sumamente feliz, pero de inmediato un mal presentimiento se cala por todo mi cuerpo, han sido días muy felices, ¿Qué podría salir mal después? Niego mentalmente alejando todos los malos presagios y me dirijo a mi clase.