SIN QUERER QUERIENDO

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Este capítulo (y sus partes) se encuentran  en revisión y edición. Lo que podría  incurrir en cambios.

Salvar a Matt o atrapar al Cirujano. 

No puedo matar a ese bastardo. No a sangre fría.  Si por lo menos estuviera  apuntándome con un arma.

Siempre que he arrebatado una vida, lo he hecho en defensa propia. 

No quiero ser un monstruo. 

Si Geena estuviera aquí me ordenaría  dispararle… Pero…

No puedo.

El imbécil  sonríe. 

Mierda.

Echo a correr tras Matt y dejo atrás las carcajadas del Cirujano.

Cojo a Matt. Él se revuelve violentamente en mis manos. No cesa a pesar de mis palabras. Grita. Llora. Es su Palacio.

No va a abandonarlo. Se pone como loco.

No tengo de otra. Lo noqueo de un puñetazo. Me lo echo al hombro. Salgo de ahí. 

Y todo pasa muy rápido.

Geena toma medidas extremas. Bombardea con gas pimienta en exceso. Una espesa niebla rodea el Palacio Legislativo.

La gente huye. Mientras el gigante blanco se consume hasta los cimientos.

Gente muere asfixiada y pisoteada.

El gobierno está devastado. La situación excede sus capacidades.

Las naciones más poderosas han seguido de cerca la situación de la Isla. Y temen que El Cirujano se "propague" a otros países.

Deben extinguirlo. Cuanto antes.

La ONU ofrece al país una Coalición de agencias internacionales. Detectives y soldados de élite.

Como si nosotros, la AIE, fuéramos unos ineptos. ¡Maldición!

El Presidente no tiene otra opción más que aceptar a las tropas extranjeras.

Pasan los días. Geena está deprimida. Prácticamente ha cedido poder total sobre el caso a la coalición internacional. 

Miles de soldados extranjeros patrullan las calles del país.

No tengo noticias de Matt. Eso me preocupa. Está ausente hasta en sus redes sociales, donde era muy activo.

Publicaba a diario. Y ya lleva dos semanas sin actualizar sus redes.

Ese idiota debe estar ahogando sus penas con alcohol y mujeres. ¡Aaarrrrh! ¡no lo soporto!

Tengo que encontrarlo. Y partirle su madre.

Matt está agazapado en un rincón de la habitación. A oscuras. 

Chilla de miedo ante ese duende verde y orejón que está frente a él.

>>Si no vuelves a fumar las hierbas enloquecerás. Apuesto a que estás alucinando.

Matt le suplica que no le haga daño.

No queda nada de aquel hombre seductor y carismático.

Don Russo se marcha de la habitación. Resignado.

Estoy frente al museo. Ardo de ira.

Sí, Matt. Esta es la parte de la historia donde la heroína le parte su madre al coprotagonista. Por hijo de puta.

Abro la puerta. No tardo en llegar a otra puerta. La de la oficina de Matt.

Entro.

BANG. BANG.

Siento una bala perforar mi carne. Mieeeer….

Miénteme A Ver Qué  Te PasaWhere stories live. Discover now