7

1K 39 1
                                    


Se arma un escándalo entre periodistas y camarógrafos, se tumban al suelo. Los policías desenfundan sus armas.

Todo está a punto de irse al carajo.

Ordeno a Matt abandonar la ventana. Y yo me acerco al borde de la misma. Para avistar al o los tiradores.

Matt desenfunda su arma.

—¿Ya le quitaste el seguro? —pregunto con superioridad.

—Ohhhh… Es cierto.

—Deberías guardar eso antes que te pegues un tiro a ti mismo.

El jefe de seguridad insiste en llevarse a Evans al búnker.

—Matt, dame un cigarrillo.

Matt le cede uno de su cigarrera.

Y el jefe de seguridad se lleva a Evans prácticamente a empujones.

Más disparos. Un hombre cae abatido por la policía.

—¿Eso es todo; un tirador? —dice Matt.

—Algo no me huele bien.

Suena mi móvil. Contesto. Es McGill.

—Diana, debes sacar de ahí inmediatamente a Evans. Hay dos aviones secuestrados de la fuerza aérea cerca de ustedes.

Cuelgo. Maldición.

—¿Qué pasa? —dice Matt.

—Tenemos que ir por tu jefe y su familia. El tiroteo solo fue una distracción. Hay dos jets viniendo hacia aquí.

—Sacarlos es muy peligroso. De todas formas el búnker puede resistir esos y más. Está diseñado para casos extremos.  

Mientras Matt y Diana salen de la mansión, en la Sala De Emergencia de la AIE, en compañía de agentes y sus ordenadores, Geena se enfrenta a una terrible decisión.

—Tenemos que derribarlos, Directora —dice McGill—. No podemos correr el riesgo que el Señor Evans muera. Van achacarnos esa muerte.

—No puedo ordenar la muerte de dos pilotos.

—No tenemos que destruir las naves. Solo dañarlas lo suficientemente como para forzar a los pilotos a saltar.

—Si esos aviones caen en una zona urbana será terrible. Habla con Diana. Pregúntale si ya pusieron a salvo a la familia Evans.

McGill obedece. Hace la pregunta. Transcurren unos segundos. Cuelga.

—Diana está fuera. Y Evans y su familia dentro.

—¿Qué? ¿pero cómo? Le dije que lo pusiera a salvo.

—Al parecer Evans está en un búnker. Supuestamente está preparado para explosiones.

—Entonces está a salvo.

—No importa que digan que es a prueba de bombas. No creo que al construirlo pensaran en dos jets desatando el infierno sobre ellos.

Silencioso.

—Comuniquenme con la fuerza aérea de inmediato. Hay que forzar el salto de esos pilotos.

Hemos evacuado la zona. Estamos a una distancia prudente. Con los reporteros y policías.

Miénteme A Ver Qué  Te Pasaजहाँ कहानियाँ रहती हैं। अभी खोजें