Miénteme A Ver Qué Te Pasa

¿RECIBIRÍAS UNA PUÑALADA POR MÍ?

McGill tiene el mando provisionalmente de la AIE. 

Y está en rueda de prensa, comunicando a todo el país que Matt se ha escapado.

Imagino a Evans vuelto loco en su despacho, gritando órdenes a su asistente. Listo para salir a decir a los medios que llevamos a Matt a una celda clandestina. Para torturarlo. Estoy segura que Matt también lo engañó.

Geena y yo entramos a la sala de interrogación.

Hay una cigarrera de plata en el piso. La cojo. Se le debió caer a Matt al escapar. 

Todo ese rollo de cuidarme. Su abrazo. Ese beso en la frente. Me mintió. Me hizo bajar la guardia. ¿Pero cómo caí? Era una mentira tan obvia. ¿Por qué le importarías a un mujeriego que te acaba de conocer? Quizá no sea inmune a su hipnosis después de todo. Soy una tonta.

Lo peor es que, él es culpable. Su huida lo confirma.

Guardo la cigarrera en el bolsillo de mi pantalón.

—No tuve que haberme movido de aquí.

—No te culpes. Si escapó es porque sabía que no íbamos a aceptar la propuesta que lo salvaría de pagar por su crimen. Contigo o sin ti aquí, siempre se las habría ingeniado para escapar. Ese bastardo es inteligente.

Silencio.

—No comprendo. No le oí decir nada sospechoso a los agentes. Y se supone que tenía la boca vendada. No pudo haberlos hipnotizado telepáticamente. ¿O sí?

—Quizá habló en clave. No sé, envió mensajes subliminales al inconsciente. Mensajes que no detectaste. 

—No lo sé. Siento que algo no encaja. Tengo que ver las cintas de grabación.

—McGill ya las vió. No encontró nada sospechoso. 

—Veré si puedo encontrar algo que él no haya visto.

Mientras Diana se encamina a sala de control, El Cirujano opera de nuevo.

Millones de ciudadanos, niños, adolescentes, parejas desnudas en moteles, ven interrumpida la programación de sus televisores.

El Cirujano se encuentra en una enfermería. Un hombre con traje de reo se encuentra sentado en una camilla.

—Hola de nuevo ciudadanos de esta nación. Quiero presentarles a este tumor.

El Cirujano se pone  detrás del reo. El convicto dice su nombre, su edad, el tiempo que lleva en prisión, los años que le faltan y la razón por la que está condenado. Violó a 26 mujeres.

—Este tumor debe ser extirpado.

El Cirujano degolla al presidiario con un bisturí. La sangre salpica la cámara.

—Esta prisión es una metástasis. Acabaremos con cada célula cancerígena presente en este lugar.

Fin de la transmisión.

Sala de control.

Este lugar está lleno de monitores. Documenta todo lo que sucede en esta agencia.

El agente encargado me muestra las grabaciones en una computadora.

McGill sale de la agencia. Al mismo tiempo entran cinco agentes. No debían estar en la base. Se encontraban en una misión.

En otra grabación, Al mismo tiempo se estaciona una camioneta de traslado en la parte trasera del establecimiento. Ahí meterán a Matt.

En otro ángulo. Los Agentes llegan a la Sala de interrogación. Se encuentran con dos centinelas en la puerta.

Les dicen que vienen a llevarse al reo para su traslado.

Los guardias les permiten entrar. Cojen a Matt. Y al susodicho se le cae la cigarrera. Matt se resiste a que se lo lleven, parece que antes quiere recuperar sus cigarrillos.

Si estos hombres están bajo su hechizo, ¿no deberían buscar su placer y bienestar?

Pero se lo llevan sin que Matt obtenga su vicio.

Llamo a Geena.