LVI- Sassenachs

1.1K 112 65
                                    

Las pesadillas de Jamie habían vuelto, más fuertes que nunca porque estaban basadas en una realidad.  Las mías también lo acompañaron.

Jamie moría en mis brazos una y otra vez en mis sueños, yo no podrá hacer nada por él.  A veces, mi retorcida mente lo ponía en el escenario donde aquella adolescente había muerto sin nosotros poder hacer nada por evitarlo.

Me despertaba muerta de miedo, con el corazón encogido, sin discernir en los primeros instantes si había sido sueño o recuerdo, y sólo podía calmarme cuando abrazaba a Jamie y notaba su respiración contra mi palma.  Incluso Ashworth había vuelto a mis pesadillas para atormentarme en sueños una vez más.

Me sentía completamente indefensa, tras pensar, inocentemente, que Jamie estaba a salvo en mi tiempo. Y me sentía engañada, porque... ¿aquí acababa todo? ¿no teníamos ni siquiera el año prometido?

La sensación de estupidez aumentaba cuando pensaba en el tiempo, que, por miedo, había perdido de estar con él al inicio. Y más aún cuando habíamos pasado todos estos meses en la hinopia, sólo temiendo una fecha en el calendario, cuando el peligro se encontraba más cerca de lo que pensábamos.

¿Así era cómo se sentía el vivir en su época? ¿Un miedo continuo a que tu vida pudiera acabar en cualquier instante? ¿Tendrían tan siquiera los niños la sensación de inmortalidad que tenían la mayoría en mi siglo? Suponía que no, conviviendo tan de cerca con la muerte.

Tuve que aguantarme las ganas de llorar con fuerza cuando, una noche, descubrí que el miedo de Jamie no era por morir él, sino porque algo malo pudiera pasarme. Tembloroso y sudoroso por el miedo, me había abrazado con fuerza, intentando discernir si era sueño o realidad. Cuando se había orientado finalmente, su suspiro de alivio me llegó al fondo del pecho.


-Podría soportar cualquier cosa, menos que algo te ocurriese. Palos y piedras pueden llover sobre mí, romper mis huesos, puedo soportarlo, pero no que él llegue a ti por mi culpa.

Tuve que acallar mi llanto con una mano en la boca.


Los ataques no habían vuelto a ser tan masivos, pero caían a cuentagotas, para  que no olvidásemos que seguían ahí

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Los ataques no habían vuelto a ser tan masivos, pero caían a cuentagotas, para  que no olvidásemos que seguían ahí. La guerra no era sólo física, también psicológica.

Por mucho que la policía intentaba que la población mantuviese la calma, era obvio que empezaban a verse sobrepasados.
Yo no lograba entender como un grupo de 8 soldados ingleses de hacía 200 años podía escapar a cientos de profesionales dedicados a eso con tecnología del siglo XXI.


En el trabajo me encontraba temiendo qué depararía cada turno, con el corazón volteándome el pecho cada vez que la puerta se abría para traer un paciente a triaje.
No iba a mentir, suspiraba egoístamente con alivio cuando veía que no era Jamie. Y volvía a suspirar con incluso más alivio cuando llegaba a casa y Jamie estaba allí, y no en una zanja en el siglo XVIII.

FOREIGNER. // COMPLETA  (OUTLANDER)Where stories live. Discover now