Capítulo 29.

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- Buenos días peque, despiértate. Ya está el desayuno en la mesa.

Digan lo que digan, no hay nada como el amor de una madre. Así tengas 40, te consentirán como si fueses un niño.

Me quejo y me acurruco más.

- Ada Isabell —me dice en ese tonito avisándome que ya es la segunda vez que me llama.

Me cubro toda como una oruga con la sábana.

- Sabes que no llamo tres veces -levanta la cobija y me hala por los pies. —sal a desayunar.

Olviden lo de consentir.

- Ya, ya me levanto joder.

- Y nada de malas palabras. Todavía estás a edad de que te lave esa boca con jabón.

Me estiro poco a poco, y cuando me levanto voy al baño a cepillarme y hacer mis necesidades matutinas. Salgo a la sala y me encuentro a los dos grandulones, hacen que mi isla parezca chiquita.

- Buenos días novia, ya te hice el desayuno.

Me siento y recuesto mis codos en la isla, llevándome las manos como puño a mi barbilla, lo observo fijamente.

- Cariño, anoche te dije que terminamos.

- Auch. Eso dolió. —comenta Alex.

- Aquí están sus desayunos.

Mamá hizo un desayuno digno de Estados Unidos. Torres de Hot cake, huevos fritos y tocino, con bastante jarabe de Arce como para que me de un coma diabético. Veo mi plato y luego el de los grandulones.

- ¿Por qué ellos tienen más Hot cakes que yo?

- Porque ellos son grandes.

- Yo también soy grande —me cruzo de brazos.

- Te daría uno mío, pero me terminaste —añade Bruce llevándose el tenedor a la boca con tres trozos de Hot cakes.

- Llamaré a Holly para invitarle el súper almuerzo glamoroso de hoy —lo ignoro.

Y como siempre nuestra conexión puede más, entra una llamada de ella. Pero como ya en menos de 43 segundo me embarre leas manos de jarabe, contesta Bruce.

- ¿Es alguien importante?

- Sólo mi mejor amiga.

- Buenos días, funeraria Bye-Bye. ¿Con quién desea hablar?... Si, de la funeraria... ¿Si contesta una funeraria es por algo no?... ¿Ada? Ahhh, yo entendí Rafa, ese si no está vivo... Idiota no, pero otras cosas si —Bruce me pasa el teléfono.

- Hola.

- ¿Quién demonios es ese idiota? ¿Por qué se juega así?

- Cosas de ex.

- ¿Ex?

- Si, luego te explico. Te iba a llamar Holly Doll, para ir a un almuerzo glamoroso para cuatro mujeres.

- ¿Nosotras dos y quien más?

- Mamá y David.

- Bueno, te estaba llamando porque voy de camino a tu casa. No estoy vestida para la ocasión.

- Ahí ves en mi armario que usas.

- Ok, en menos de 3 minutos llego.

Y literal, en menos de tres minutos suena el timbre. Hago el ademán de levantarme pero Bruce me detiene.

- Yo la abro, quiero ver quién es esa amiga.

Bruce se levanta y camina a la puerta, encontrándose con una Holly entrando apresurada, eso ocasiona que se choque con el pecho de él y cómo puede la sostiene de la cintura para que no caiga de trasero. Ella tiene sus manos en los brazos de él mientras se miran a los ojos por unos cuantos segundos; segundos que parecen minutos cabe acotar, mientras coco les ladra de la emoción.

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