Capítulo 91.

123K 6.6K 387
                                    

Dejaré esto por aquí, y me iré lentamente...
(Reproducir el vídeo cuando lo mencione en la escena)

Ya podrán saber cuál fue mi respuesta para la declaración de Aaron... un rotundo silencio.

Me basto solo un minuto para darme unas cuantas cachetadas mentales, y entender de una vez que el sentimiento es reciproco, estos días sin él me hicieron odiarlo, pero sobre todo darme cuenta de que es el hombre de mi vida.

Le respondí con el mismo sentimiento, porque si, AMO a Aaron Cromwell. El me abrazo y no quiso soltarme hasta decírselo unas diez para creérselo.

*

Me despierto y siento tristeza en mi pecho, toco mi rostro y hay lágrimas. Volteo aa ver el causante de este viaje tan maravilloso y está dormido, con la boca abierta, anoche después de la playa fue igual de movidita, por lo que estamos cansados. Me arrodillo y le meto el dedo en la boca, con los ojos cerrados y el ceño fruncido intenta apartar lo que le está molestando, rio bajito haciéndolo de nuevo.

- Jodido zancudo. -dice al parecer más que dormido.

Lo dejo tranquilo y me voy al baño para evacuar todo, me cepillo, me ducho y salgo a vestirme. Salgo para pedir el desayuno, lo pude haber pedido por teléfono, pero preferí salir y ver el paisaje, me informan que en diez minutos estarán ahí, asi que me regreso a esperar.

Mientras reviso el teléfono, veo un mensaje de David.

"Cuando regreses necesitamos hablar"

Me extraña la seriedad de sus palabras, a lo que le respondo un "¿Está bien?" es más una pregunta que una afirmación.

"¿Sabes que siempre te cuidare, no?"

"Sí. ¿Qué pasa David?"

"Nada, sigue disfrutando, te amo. Coco la está pasando de maravilla"

Me envía una foto de Coco con un short playero, como el de David. ¡De flores! Aun no sé de dónde saca la misma ropa para el pobre Coco.

Tocan la puerta y me levanto rápido para que no despierten a Aaron, les digo que sigan a los dos chicos, hacia la parte de atrás, y comienzan a armar la mesa con todo tipo de comida,. Terminan, les doy propina y regreso a la cama.

- Buenos días. -me subo a su espalda -A desayunar.

- ¿A ti? -rio, este hombre es insaciable.

- No. Ya trajeron el desayuno. -beso uno de sus ojos -despiértate que hace hambre.

- Siempre tienes hambre.

- Si, y si no es de comida, es de ti. -pellizco su nalga.

- Déjame ir al baño primero.

- Pero no orines el techo. -se carcajea porque sabe de qué hablo.

Me siento en la mesita, viendo hacia el mar, desayunar aquí es simplemente perfecto. Tengo un vestido estampado de flores, amarillas, naranjas, verde, adecuado al ambiente.

Aún sigo con esa sensación en el pecho, y no se por qué.

Volteo para ver a Aaron de pie, con su short de dormir, y sin camisa, lleva su teléfono en la mano.

- Estas como para una foto de revista.

- Y tu como para comerte a besos.

Se acerca y toma mi rostro, regando besos por él, me tengo que sostener de sus brazos por la presión de sus labios.

Dulce Infierno Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu