Capítulo 58.

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Aaron me escribió avisándome que ya está afuera, antes de salir por la puerta principal, el hombre de seguridad me detiene.

- Buenas noches señorita Woods. Me ordenaron que la entregara este sobre — lo extiende.
- ¿Para mi? Gracias.

Lo abro antes de salir, y no se si reír o regresarme.

“Disculpa por mentirte, no estoy afuera. Pero alguien te llevará al lugar. Te estoy esperando

A.C”

Suspiro sonriendo, es imposible molestarme con el por este jueguito que tiene.

Subo a la camioneta y es un hombre que no conozco, nos decimos buenas noches, y en todo el camino vamos en silencio.

Tenemos más de 30 minutos de camino, cuando comenzamos a subir una colina y ya mi estómago ruge.

Llegamos a un restaurant alejado de la ciudad, pero eso no le quita el hecho de ser el restaurant más hermoso que ha visto. Es todo de madera, pero con estilo moderno, desde donde estamos estacionados se ve la ciudad tan pequeña, y eso que aún no he entrado.

El chofer me dice que camine a recepción, y eso hago. Se encuentra una mujer alta pelirroja que me sonríe apenas me ve entrando.

- Buenas noches señorita Woods. La estábamos esperando, sígame.
- Buenas noches, gracias — le respondo desconcertada.

Pasamos por las mesas, hay pocas personas disfrutando del servicio. Caminamos hasta el final de la sala do de hay una pequeña puerta de cristal polarizada.

- Antes de cenar, el señor Cromwell nos pidió que le diéramos un mensaje.
- ¿Un mensaje?
- Si, siga adelante y se lo darán.
- Ehh… — estoy más confundida que mamá leyendo mis locuras de cartas en Navidad, cuando aún creía en Santa Clous — gracias de nuevo.
- Estamos a la orden. Que tengan linda velada.

Abro la puerta y hay una fila de hombres vestidos con el uniforme de meseros, mi confusión crece.

El primero me entrega una hoja de cartón color negro, con un signo de interrogación

“¿”

Lo observo esperando una respuesta y sólo sube y baja sus hombros sonriendo, y señalando al hombre que tiene a su izquierda.

Sigo caminando y el siguiente hombre me entrega otro papel, este es una q.

“Q”

Y así sucesivamente.

“U”
“I”
“E”
“R”
“E”
“S”

“S”
“E”
“R”

“M”
“I”

“N”
“O”
“V”
“I”
“A”
“?”

Arreglo los papeles en mi mano, porque todos los hombres que me los entregaron se están acercando a mi. Ahora cada uno me entrega una rosa roja. Como puedo las tomo todas con una mano, más los papeles en la otra. Sólo giró mi cabeza hacia los lados buscando al creador de todo esto que no logro creer.

Está de pie junto a la mesa, cruzado de brazos, le lanzo una mirada de “¿Qué es todo eso?”

El sólo se lleva una mano a su boca ocultando una risa. Me acerco a el porque presiento que se me caerá todo, incluyendo las pantis.

- ¿Y todo eso? — es lo único que logro decir en mi estado de shock modo charco.
- Te dije que puedo ser muy creativo.
- ¿Creativo? Esto es… sólo mira todo esto… gracias… Ohh, cierto la pregunta — sólo balbuceo rápido, y el me regala una sonrisa dulce.
- Calma Ada, te ahogaras. Dame eso — me quita los papeles y las rosas, dándoselas a un mesero que no se en que momento apareció, y así como llegó se fue.
- ¿Calma? Dios, que creatividad tienes, ni la mujer más cursi puede competir contigo.

Me toma de la barbilla haciendo que suba mi rostro hacia él, siento sus caricias en el cuello.

- Mereces esto y hasta más, ¿si?
- Aaron me haces sentir como el hombre de la relación. Haces unas cosas…
- Tu también, has hecho más de lo que cualquiera a hecho por mí, por eso me tienes aquí a tus pies.

En la Universidad deberían inventar una materia que te enseñe cómo actuar en estos momentos.

- ¿Ya no era tu novia? — se carcajea.
- Contigo nunca se sabe que vas a responder. Pero si, sólo que en la cena me preguntaste que en donde estaban las rosas y peluches.
- Lo dije bromeando. Pero gracias por todo esto, y si, por segunda vez quiero ser tu novia — reímos.

Me da un beso de esos que te hacen cerrar los ojos lento, por lo tiernos que son.

- ¿Qué haré contigo? — la pregunto.
- Lo que quieras — responde maliciosamente.

Aaron traspasa todas las expectativas de un hombre, y ya esto no es una simple atracción, va más allá. Puedo decir que me estoy enamorando de Aaron Cromwell…

*
La cena fue otra cosa, pasamos toda la noche burlándonos uno del otro, nos contamos cosas de cuando estábamos pequeño y el me contó más sobre la degenerada de su mamá, ni merece ser llamada así. Ordenó que arreglarán las flores en un ramo, y resultó ser mas grande que yo.

Casi a las 12 me llevo a mi apartamento, después de pasar más de 10 minutos convenciéndome de quedarme en su casa, lo rechace, soy partidaria de que en una relación, uno se tiene que dar a extrañar, pasó 10 minutos más diciéndome que él no se quiere hacer extrañar ni quiere hacerlo conmigo, casi caigo en su trampa.

Dulce Infierno Where stories live. Discover now