Capítulo 63.

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Son las 9 de la noche y ya todos se han ido. La abuela prometió venir mañana antes de irnos. Alex y Anat se sorprendieron cuando Amaya comenzó a llorar porque la separaron de Aaron, quedamos en desayunar afuera mañana.

- ¿Tienes sueño? -estamos acostados en mi cama, pero no tengo sueño.

- No. ¿Y tú? -me contesta.

- Tampoco. Vístete.

- Estoy vestido.

- Con algo que no sea pijama.

No pregunta para que, o porque. Eso me gusta de él, nunca me cuestiona cuando invento alguna locura, simplemente me sigue.

Tomo una toalla y lo llevo a la parte de atrás de la casa.

- No me habías traído aquí.

Esta parte tiene en vez de un balcón por la altura, una escalera que dirige directo a la playa.

- Aquí había un simple balcón, sin salida a la playa. Todo esto lo diseñé yo.

Creo que es lo mejor que pude haber hecho, tarde días haciendo los planos, viendo de qué manera podía construir estas escaleras con el espacio que me dejo el balcón.

Al finalizar las escaleras sigue un camino de madera que llega a una capilla.

- ¿Esta casita también la diseñaste tú?

- Sí. -en el techo guinde una cascada de luces y flores artificiales. Mamá se encarga de encenderla todas las noches y del mantenimiento.

- Buen trabajo. -dice escrudiñando todo.

- Gracias, por algo me contrataste. -le pego con mi codo.

Me hala del brazo para acunarme en sus brazos. Se coloca detrás de mí y nos apoyamos de la baranda.

Nos quedamos en silencio observando el mar y escuchando las olas.

- Me arrepiento de haberme mudado de aquí.

- ¿De aquí donde?

- De la costa a la ciudad. -tiene su barbilla en mi hombro.

- Yo sería feliz viviendo en una casita frente al mar.

- Y yo. -concuerda conmigo -Mañana iremos a un lugar antes de encontrarnos con Alex y Anat.

- Está bien. -no le pregunto a donde. Le diría que si a todo -¿Te puedo hacer una pregunta?

- Ya me la hiciste.

- ¿De verdad quieres venir para Navidad? No quiero que hayas aceptado por compromiso.

- ¿En serio me preguntas eso? ¿A ti no te entusiasma pasar nuestra primera Navidad juntos?

- Si, lo pensé y me entusiasma mucho.

- Será una buena Navidad, ya verás. -besa mi mejilla.

Seguimos y seguimos hablando.

- Me debes lo del baño.

- No fui yo, fue Amaya.

- Amaya no sabe ni en donde está parada.

- Señor Cromwell, no me amaneces.

- Yo no amenazo amor, yo actúo.

Con la rapidez de siempre, me toma por la cintura y me alza. Camina hasta el mar y pataleo al ver sus intenciones.

- Ni se te ocurra Aaron Steve.

- ¿Qué no se me ocurra que Ada Isabell?

- Lanzar...

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