Capítulo 28.

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Maratón 6/6.

Se ve malditamente sexy, lleva una polera gris, luciendo sus tatuajes y sus músculos, ese hombre lo moldeo Dios con sus propias manos.

Olviden lo que dije mientras cocinaba, sobre mi sueño exactamente igual a este, que no me molestaría ese hecho.

¡Si me molesta!

«¿Qué creías? ¿Qué iba a esperar por ti? Se te fue el avión»

«En un avión te enviaré a ti a Narnia»

«Narnia no existe»

«Y tu tampoco» Cleopatra me saca la lengua y desaparece.

- Ya les indico su mesa, por favor acompáñenme.

- Bruce —lo detengo — por lo que más ames en esta vida sígueme la corriente.

- Me fije en tu gesto cuando viste a aquella mesa, tengo que tener ojos en todos lados. ¿Es tu jefe?

- Siii.

- Vamos, serás mi pareja hoy.

Caminamos y me dice que lo sostenga de su brazo y eso hago. Nos vamos acercando y London se levanta hacia mí.

- ¡Ada! Que coincidencia. Siéntate con nosotros —se inclina para darme un beso en la mejilla y habla bajito — sálvame de esta — cuando se separa muestra una sonrisa como si no me hubiese dicho nada — ¿No hay problema, verdad hermano?

Aaron me mira y después mira en donde tengo mis manos. No logro descifrar su rostro.

- Ya ordeno más sillas.

Cuando nos sentamos, me toca justamente al frente de él y la mujer.

- Mamá, él es el señor Cromwell, mi jefe, y su hermana.

- Ohh —me mira con complicidad — mucho gusto señor Cromwell, tal vez no te acuerdas de mí.

- Por supuesto que me acuerdo de usted. Un placer encontrarnos una vez más.

- ¿Y esta pequeña hermosura es tu hermanita? Un placer bella, Alice Foster.

- El placer es mío —le dedica una de sus mejores sonrisas.

- Y él es Bruce, se los presento —digo.

London y la mujer les dan la mano, Aaron también, pero no lo ve cuando lo hace.

- Ella es Natacha —presenta a la mujer.

Yo no seré mal educada, la veo mientras nos presentamos, miro a Aaron y me está lanzando una mirada desafiante.

¡Pff! Como si me importara la belleza de esa mujer... Ok, si me importa, parece salida de revista,

- ¿Ya ordenaron? Espero no haya sido una molestia habernos sentado aquí.

- Descuide, no lo es —le responde Aaron a mi mamá.

- Yo sí ordené. —esta vez le habla London.

- Entonces serás tú quien me ayude con la elección.

London le explica el menú y que trae cada platillo, cuando no sabe que es alguno de los ingredientes, ella se inspira dándole los detalles.

- Aparte de hermosa, inteligente. Gracias reina.

- ¿Qué ordenaras? —le pregunto a Bruce.

- Lo que tú ordenes amor.

Me mira conteniendo la risa, y le doy mil besos mentalmente por ayudarme.

- Ay pero que bellos. ¿Viste mi Aaron? —el solo le responde un aja, mientras taladra con la mirada a Bruce — ¿Y si ordenamos lo mismo?

Dulce Infierno Where stories live. Discover now